“La Ciénaga 2000 tiene una sobrepoblación de cocodrilos”, así lo confirmó el titular de la Policía Ecológica, Obdulio Mena Sánchez, luego de una inspección realizada por elementos de esta dependencia en el canal antes mencionado debido al avistamiento de ayer por la mañana; curiosos y vecinos vieron cómo nadaban por el canal tres saurios de diferentes tamaños, el más grande de ellos medía cerca de cinco metros.
Alrededor de las once de la mañana, el conjunto vecinal que habita a espaldas de este canal (ubicado junto al periférico de la entrada del municipio), vio al trío de cocodrilos posando sobre la maleza; estos no dudaron en llamar a las autoridades que poco pudieron hacer por el modo de defensa aplicado por la especie, los cuales ante los ojos de todos se sumergían y salían del agua.
“Hemos tenido infinidad de reportes, el protocolo que se sigue es el de cuidar toda el área para que la ciudadanía esté segura, nosotros podemos actuar en caso de que ellos estén en la vía pública, si se encuentran en su hábitat no podemos interferir, para ello necesitamos tener una respuesta de la Secretaría de Desarrollo Sustentable”, expresó Obdulio Mena, quien afirma luego de antecedentes y estudios de campo que, efectivamente, hay una sobrepoblación de estos animales en dicho punto.
Los primeros en intervenir fueron integrantes de la Subdirección de Ecología, su presencia provocó que motociclistas aparcaran sus vehículos y se detuvieran a ver tal espectáculo; posteriormente fueron elementos de la Policía Ecológica quienes custodiaron el lugar a bordo de dos unidades.
“Trabajábamos en las labores de rutina cuando nos percatamos de los cocodrilos, lo que se aconseja al conjunto vecinal es mantener distancia, entendemos que la foto a veces puede llevarnos a tener más contacto para acercar el celular, pero es mejor llamar a las autoridades en turno”: externó el funcionario.
Obdulio Mena también afirmó que en caso de que estos lleguen a estar sobre la acera, el departamento que preside tiene la obligación de tomar cartas en el asunto para devolver al reptil a su modus vivendi.
En total son cinco los “visitantes” que constantemente han sido fotografiados con precaución por la ciudadanía, siendo los tres que habitan en las aguas enfrente de la reserva “La Ría” y dos más en el mangle de enfrente, a pocos metros de las glorietas donde el periódico POR ESTO! hizo un reportaje anteayer.
Los tamaños varían pues se dice que los que están en el mangle son jóvenes y no pasan los dos metros; las especies de enfrente constan de dos a cinco metros de largo.
Incluso se comenta que hasta turistas acuden ahí en busca de la imagen del recuerdo, pues consideran esta actividad “extrema” para saciarse de adrenalina que les ofrece la naturaleza.
“Mi mascota ya sufrió un ataque”
El conjunto vecinal, por su parte, se encontraba en el otro costado con celular en mano (algunos de ellos sacando la mano por la malla metálica) y comentando sobre el miedo que corre al tener estos días la caída de lluvias: esto podría propiciar una creciente y sacar a la acera a los anfibios del canal, dándoles paso a la calle donde se encuentran los predios de más de 50 familias y hasta el parque “Ciénaga 2000”, donde salen a jugar niños pequeños.
Felipe Góngora T., vecino de años en este sector, asegura que es de lo más normal, sin embargo existe el miedo y los nervios por sufrir alguna consecuencia grave: “Mi perro hace unos meses casi sufre una mordida, por instinto de supervivencia no fue mordido y se puso a la defensiva, pero de haberlo atrapado no habría salido con vida”, dijo.
El afectado también pide que en algún momento sea reforzada la tela ciclónica que está en la barda que separa al canal del pavimento, pues esta medida sería una estrategia para mantener alejados a sus “vecinos”.
Otra afectada es la esposa del señor Baltazar Can Estrella, quien vio en el mes de septiembre cómo uno de estos anfibios pasó encima del pie de su compañero, provocándole tremendo susto, por fortuna el incidente no pasó a mayores y no hubo alguna mordida de por medio.
“Durante el huracán Delta, en los últimos tres meses del año a cada rato veíamos cocodrilos en la calle, a decir verdad nos acostumbrábamos y hasta pasamos a bajar la guardia, con lo que le pasó a mi esposo ahora lo pienso más y no salgo de mi casa si está lloviendo, lo malo es que ante las inundaciones tenemos que sacar agua y nuestras puertas están abiertas. Muchos de nosotros tenemos niños en casa” externó la vecina.
Otros avistamientos recordados fueron el de inicios de diciembre cuando habitantes de la colonia Revolución vieron un cocodrilo de la especie Moreletti de aproximadamente dos metros y medio de largo caminando cerca de sus casas; también se vio un poco más atrás cuando corrió la noticia de que había un anfibio joven sobre un charco que dejó durante días las lluvias de aquellos meses, por fortuna en ambos casos actuó de forma preventiva la Policía Ecológica.
Gente jugando cartas, tomando cervezas y hasta niños en carriola son parte del panorama en estas calles, donde poco a poco han tenido que aclimatarse a estas afectaciones: “una vez atrapamos uno pero lo devolvimos al agua, ya para qué hacerlo sufrir, hasta puede decirse que ellos son nuestras verdaderas mascotas”, comentaron entre risas algunos lugareños que platicaban en grupo en un predio.
Mientras tanto, se espera que en estos días la Secretaría de Desarrollo Sustentable tenga noticias positivas para quienes habitan cerca de la “Ciénaga 2000” e incluso más allá, pues los reptiles según vídeos y pruebas que han sido subidas a redes sociales, muestran cómo los avistamientos han llegado a pocos metros de la colonia centro.