Con rudeza ha sido afectado el sector empresarial del centro de Mérida, en entrevista varios de los afectados confirman su disgusto con las autoridades y, por lo mismo, han instalado a las afueras de sus negocios una lona que expresa su sentir y que exige que los paraderos regresen a donde estaban en el pasado, debido a que han sufrido un golpe duro en las ventas que los tiene operando al 20, 30 o 40% de su operación normal.
Desde que inició la pandemia, la autoridad estatal instaló mesas de trabajo con el sector empresarial, investigadores y el sector salud, para analizar, cada tres meses, los resultados de las acciones tomadas para evitar los contagios, y en determinado momento modificarlas.
“A los usuarios del transporte público y el comercio formal, nos urgen paraderos más cercanos y cómodos”, dice la leyenda impresa e instalada en decenas de comercios del centro de la Ciudad.
Expresaron que además de la situación que se está viviendo a nivel global debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19, también se ha sumado a su condición económica el tema del Plan de Mejora a la Movilidad Urbana, por lo que piden el apoyo a las autoridades para reubicar los paraderos, es decir, llevarlos a los sitios donde estaban antes, sí a lugares más cercanos a los comercios del centro.
Por su parte, Cristina Cardeña Vera, empleada de una panadería ubicada cerca del parque de San Juan, señaló que a su giro comercial le ha afectado demasiado, por lo que exige que vuelvan los paraderos a sus lugares originales o lo más cercano que se pueda.
“Aunque funcionen los circuitos de acercamiento no es suficiente, la gente ya no se anima, para ellos es un desvío total y para nosotros es perjudicial porque al no pasar la gente por acá no tenemos ventas, estamos vendiendo el 50 o 60% de lo que vendíamos antes, por ejemplo, yo vendía 120 o 140 barras en mi turno y ahora sólo 50 o 70, es lo más que logro vender”, comentó.
Los afectados del sector empresarial coincidieron en que las lonas son parte de una manifestación pacífica para que regresen los paraderos a zonas más cercanas a sus comercios, además, añadieron que las lonas se las regalaron, algunos de ellos sugieren y otros deducen que se las entregó parte del personal de alguna dependencia u organización conformada por empresarios o dueños de pequeños, medianos o grandes comercios.
Apuntaron también que desde hace varias semanas hay un líder por cuadra, que es el encargado de recolectar firmas que se supone serán entregadas a alguna autoridad, sin embargo, ninguno de los comerciantes mencionó ni quiso dar alguna referencia más concreta para investigar a dónde enviarán las firmas, o bien si ya se tiene alguna respuesta por parte de las autoridades involucradas.
Por su parte, María José Manzano Cruz, de un expendio de Bimbo, compartió que aún no tienen respuesta de ninguna autoridad.
“Hemos metido firmas y nada, sí está afectando mucho, esas pancartas las pusimos para ver si así sí no hacen caso, ha pasado gente a regalarnos las lonas para que nos unamos y regresen los paraderos a su lugar, aquí han bajado mucho las ventas, ya no son como antes, la gente nos compraba cuando esperaban sus camiones, ahora estamos operando como al 20%”, señaló.
Realina Alemán Sedeño, de la tienda comercial Castillo, añadió que, además de lo económico, otra área en la que le afecta el tema de la reubicación de los camiones es que tiene que retirar a algunos de sus empleados antes de su hora de cierre regular, debido a que si no lo hace ellos corren el riesgo de perder su transporte y usar otro medio que les cuesta mucho más caro para poder llegar a sus hogares.
“Aquí cerramos a las 8:30 de la noche y cuando lo hacemos ya es tarde, están muy solitarias las calles, a algunos les ha pasado que ya no pase camión y terminan agarrando taxi para llegar a sus casas, otro gasto para sus bolsillos”, dijo.
Ángel Cocom Chim, comerciante de artículos militares, coincidió en parte con la última opinión, en su caso, optó por cerrar desde las siete de la noche, aunque la autoridad le permita trabajar hasta las nueve, ya que sus empleadas son mujeres y no pretende ponerlas en riesgo. “Mi personal acá cerca tenía su paradero, dos o tres esquinas y se los alejaron unas cinco o seis cuadras”. Agregó que otra cosa que les ha afectado es el tema de las macetas en la vía, porque ahora ningún auto puede detenerse a buscar alguno de sus productos.
“Casi no hay paso de gente, a veces sólo los fines de semana, nos han afectado las macetas que están aquí enfrente, cuando empezó la pandemia entregábamos a domicilio y a muchos les gustaba pasar rapidio a la tienda y hacer una entrega rápida, pero ahora ya no te puedes estacionar, no hay espacio para que se peguen, a un lado”, expresó.
Rutas de acercamiento
A pesar de que hay rutas gratuitas para que la población se acerque de un paradero a otro, la falta de información en los usuarios es una constante. Algunos de ellos que transitan con cierta regularidad por el parque de San Juan, comentan que no saben en qué consiste el recorrido de estas rutas a pesar de que los camiones tienen al frente la leyenda “Ruta de acercamiento gratuito dentro del Centro”.
“Los cambios de los paraderos afectó mucho a la gente adulta, les cuesta llegar a su paradero o tienen que estar parados en el sol, y respecto a las rutas de acercamiento creo que es una buena opción pero la verdad no sé si llegan a donde tú realmente necesitas”, comentó Paola Hernández, una usuaria del transporte público. Gabriela Basto Pat comentó que desde que cambiaron los paraderos ella dejó de asistir con frecuencia al centro y que cuando lo hace a ella no le afecta caminar tanto ya que le sirve de ejercicio, pero sí aprovechó la ocasión para mencionar que para las personas adultas mayores o de la tercera edad es muy complicado moverse de un lado a otro.
“Sí afectó el cambio de los paraderos, yo por ejemplo nunca he usado las rutas de acercamiento porque ni sé dónde están, yo camino por todo el centro y no tengo problema por venir a agarrarlo hasta acá, pero a los abuelitos sí les afecta demasiado. Además, las personas que están en los módulos no te sirven ni te ayudan para nada, preguntas por algún paradero y te mandan para otra calle, ni ellos saben”, añadió.
Otros como el caso del ciudadano Moisés Servín, conductor de la ruta “Piedra de Agua”, comparte que a su parecer sí están funcionando y que la gente sí los usa, debido a que el transporte público es lo que la gente más usa en la ciudad.
Uno de los encargados de módulo Carlos Alberto Narcia de Paz, trabajador del Instituto de Movilidad Urbana y Desarrollo Urbano Territorial, (Imdut), recordó que esta iniciativa empezó a principios del mes de septiembre, pero desafortunadamente no tiene conocimiento de los horarios y el tiempo que tardan en llegar a los parques estos camiones que hacen los recorridos de acercamiento.
“Son cinco rutas, Santa Lucía, zona de mercados, San Juan, Caucel y la norponiente, estas rutas vienen de su ruta regular, entran y hacen el recorrido que se muestra en el volante, entran a la zona, mueven a la gente y luego regresan a su salida normal, mueven a la gente de paradero a paradero sin ningún costo”, expresó el entrevistado.
A diferencia de la opinión de la gente y los usuarios, el servidor público compartió que a su parecer la gente ya aprendió a usar las rutas de acercamiento, que sí las conoce y que sí le preguntan bastante, además de la difusión por redes sociales, tv y radio, así como la publicidad instalada en mamparas instaladas en ciertos puntos de la ciudad.
“Se les da la orientación, deben saber que todos los paraderos tienen su ascenso. Anteriormente el camión se paraba donde sea y subía a la gente donde le levantara la mano, pero no había un orden, ahora sí tienen paraderos de ascenso y descenso para evitar la aglomeración y fomentar la sana distancia”, finalizó.
Algunos de los beneficios de este proyecto de movilidad es ahorrar tiempo de traslado si va interconectar su ruta para ir de sur a norte o de oriente a poniente, le acerca a su paradero, le permite acercarse a su lugar de trabajo o compras en el centro y facilita el acceso a las zonas comerciales y turísticas desde diversos sectores de la ciudad. Otra de las opiniones es la de Eduardo Vázquez Coto, quien compartió que con la contingencia uno tiene que adaptarse a los nuevos paraderos, “Pienso que está bien, hay que verlo desde las dos perspectivas, por un lado como usuario y por el otro como el de prestador de servicio, ya que todos hemos tenido que hacer ajustes”.
Añadió que considera que la molestia o descontento de los usuarios es porque están desinformados, porque estaban acostumbrados a tener sus paraderos en una zona y de repente se los cambiaron, pero que a su parecer debía verse desde el punto de vista constructivo ya que todos están haciendo su trabajo.
Respecto a las rutas de acercamiento como otros ciudadanos, el adulto mayor comentó que desconoce en qué consiste este proyecto y que por ende nunca los ha usado. “Vine caminando desde el San Benito, pero yo lo veo así, tienen que entender que no todo es perfecto, no todo puede estar a nuestro antojo o comodidad”, finalizó
Maceteros
La situación que afecta a los locatarios se suma a la de falta de control sobre los maceteros, que ha impedido que se conserve el espacio peatonal que fue ampliado con dicha estrategia.
De acuerdo a visitas regulares por la zona centro de la capital yucateca, se ha podido constatar que, tanto automovilistas como motociclistas no respetan la restricción que representan estos artículos, que además de ornato, representan un límite para que los peatones tengan más espacio y se eviten las aglomeraciones.Sin embargo, la movilidad que incrementó desde el mes de noviembre en el primer cuadro, evidenció la falta de control para que se respete la ubicación de los macetones; muchos de ellos con plantas secas.
En días pasados, POR ESTO!, fue testigo de cómo la patrulla DPM273 de la Policía Municipal Coordinada circulaba por céntrica calle donde había vehículos estacionados sobre el área peatonal con maceteros y no hicieron nada para evitar que esto ocurriera.