Los centros educativos de carácter privado en la entidad se vieron afectados por el impacto económico que ha dejado a su paso la pandemia, ya que estos lugares operan “en números rojos”, además que unas 20 escuelas cerraron sus aulas definitivamente, informó el presidente de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares de Yucatán A. C. (AMEPAC), Elías Dájer Fadel.
“Salvo las escuelas que cobran por arriba de 4 mil pesos de colegiatura, que son aproximadamente el dos por ciento del universo de este tipo de colegios en el estado, las demás están operando en números rojos”, lamentó.
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Informó que, en el ámbito privado, existen unas 700 escuelas desde educación inicial hasta preparatoria, mientras que, en educación superior operan unos 70 centros educativos.
El presidente de AMEPEC aseguró que la gran mayoría de las escuelas privadas realmente no representan un negocio, sino más bien asociaciones civiles que se habrían formado desde el ámbito privado para complementar la formación que da la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Sostuvo que, incluso, antes de la pandemia, con las colegiaturas la mayoría de las escuelas privadas apenas alcanzaba para cubrir las necesidades básicas del plantel y al mismo tiempo pagarle a su planta laboral y formar a su comunidad estudiantil.
Expuso que en su carácter de escuelas privadas no tuvieron beneficios que les permitiera hacer más llevadera la pandemia actual, es decir, no contaron con los estímulos fiscales o prórrogas en las rentas o en tarifas de agua y luz entre otros servicios.
El empresario comentó que, con el actual panorama, las escuelas privadas operan con las condiciones mínimas y al momento no generan el ingreso necesario. Dijo que han pedido esquemas de financiamiento ante diferentes órdenes de Gobierno.
Expresó que, en cuanto a nivel básico en escuelas privadas, hay un grado óptimo de aprovechamiento del 85 por ciento.
Dájer Fadel explicó que desde que iniciaron las medidas de confinamiento social, y con ello la restricción de que los alumnos tomaran sus clases de manera presencial, las escuelas privadas, al menos las que integran la AMEPAC, aprovecharon las tecnologías para dar, lo que denominó, una atención en doble vía y personalizada, es decir, una estrategia de que además de vigilar en tiempo real le pregunta a cada estudiante por su avance educativo personal.
El presidente de AMEPAC dijo que además de una estrecha comunicación con estudiantes y padres de familia, los profesores de escuelas privadas y adheridos a esta A.C. trabajan, si bien a distancia, de manera regular, es decir, inician su turno alrededor de las ocho mañana y lo terminan hacia las dos de la tarde.
“Los maestros se encuentran laborando de manera normal a distancia; también hay que destacar que los padres de familia han respondido maravillosamente a las peticiones de la escuela que beneficia a los alumnos”, sostuvo.
Asimismo, apuntó que, con esta nueva forma de impartir clases, han descubierto que deben de darle su tiempo al estudiante para poder asimilar la información que a su vez es proporcionada por sus maestros, con el fin de que generen el tan anhelado aprendizaje significativo. “En el salón de clase es mucho más rápida la interacción, en cambio, cuando se enseña a distancia tenemos que dejar más tiempo, a fin de esperar a que uno por uno vaya expresando su opinión”.
Dájer Fadel explicó que una de las grandes diferencias que ha planteado la educación a distancia sobre la presencial es que, por la naturaleza del primer tipo de instrucción, el maestro no está para “leer” la postura corporal del estudiante, la forma en cómo reacciona y actuar en consecuencia, sino ahora se ven forzados a esperar a que sea el mismo alumno quien pregunte sobre un tema que no ha entendido.
En general, dijo que el proceso a distancia y presencial lo diferencia la velocidad y la forma en el que se abordan o dan por visto los temas, por las razones ya expuestas.
Acotó que, si bien existen limitantes en la educación a distancia éstas se podrían mitigar, con el apoyo del entorno, así como el uso de la información que ya se encuentra disponible en la red mundial.
Destacó que otras de las complicaciones en cuanto a la modalidad a distancia de la educación se basan en que los jóvenes no socializan con su grupo de pares, es decir, con menores de su misma edad. En ese sentido, expuso que no desarrollan las mismas habilidades sociales que crearían con la educación presencial.
Particularmente, señaló que lo antes descrito sería para los estudiantes que están en la transición de un grado a otro; es decir, para quienes pasan de kínder a primaria, de este nivel a secundaria o de éste al bachillerato.
“En estos nuevos ciclos escolares los alumnos no conocen personalmente a sus maestros, a sus compañeros, incluso no han tenido la oportunidad de conocer el espacio físico que es su escuela”, indicó.
Para este 2021, el presidente de AMEPAC dijo que espera que con la llegada de las vacunas para combatir el COVID 19, este panorama se vaya aclarando de manera paulatina, de tal suerte que para el siguiente ciclo escolar ya se pueda operar con cierta normalidad y de manera presencial.
Finalmente, consideró que los docentes, tanto de las escuelas públicas como de las privadas, deberían ser considerados como uno de los primeros en recibir la vacuna contra el coronavirus, con el objetivo de cortar las cadenas de contagio al interior de los diferentes centros educativos.