Yucatán

Tamizaje, la apuesta del Instituto de Salud Mental contra el suicidio en Yucatán

Instituto de Salud Mental del Estado realizó 13 mil 500 pruebas a jóvenes, de los cuales, el 27 % tenía perfil suicida
En 2020, el Instituto de Salud Mental del Estado analizó psicológicamente a 3 mil 645 alumnos, de entre 18 a 25 años / Martín Zetina

Ante el aumento de los suicidios en el Estado, Instituto de Salud Mental del Estado continuará con los tamizajes dentro de las áreas escolares para identificar los factores de riesgo que podrían impulsar a los niños o jóvenes a cometer actos contra su vida, informó el director de esta dependencia, el doctor Arsenio Rosado Franco.

Añadió que antes de la pandemia, como parte de este programa para prevenir el suicidio, se aplicaron 13 mil 500 pruebas de detención en Yucatán, de las cuales 3 mil 645 alumnos, de entre 18 y 25 años de edad, o sea el 27 por ciento de la muestra, contaban con el perfil para atentar con su vida y factores de riesgo como: ideas suicidas, consumo de alcohol o sustancias, ansiedad y depresión.

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El especialista indicó que, para realizar con éxito las intervenciones necesarias en personas que presenta el perfil con tendencias a quitarse la vida, es de suma importancia detectar los momentos en los cuales se puede realizar el acercamiento al paciente. Sin embargo, aclaró que no es nada más detectar el perfil, sino debe definirse el espectro de conducta suicida, el cual está conformado por cuatro etapas: la idea suicida, plan suicida, intento y suicidio consumado.

Comentó que la primera etapa de este espectro es la idea suicida, donde la persona comunica sus pensamientos o sus sentimientos de desesperanza, que van reforzados con factores de riesgo como la impulsividad, red social limitada, poco acompañamiento, depresión o problemas con el abuso del alcohol o drogas.

La segunda etapa de un joven en riesgo, explicó, es el plan suicida, el cual es poco imperceptible, ya que “las personas comienzan a realizar actos como: ordenar testamentos, limpiar la casa, despedirse de familiares o amigos con sutileza y referirse a momentos próximos sin su presencia”.

Rosado Franco añadió que la tercera fase ya es el intento suicida. “Una vez llegado el momento, la persona se prepara para llevar a cabo su cometido. Aquí, en esta etapa, se suman dos variantes, en las que ya pueden llegar a completar el deseo de morir, que es el último proceso o solo queda en un intento; y la última etapa es el suicidio consumado, donde la persona logró su cometido”.

El experto indicó que solo en las primeras tres etapas se puede llevar a cabo la intervención y que varía dependiendo la fase en la que se encuentre la persona.

Por último, el director del Instituto de Salud Mental de Yucatán mencionó que la idea o intento de muerte, están asociadas a algún factor de crisis, ansiedad, problema económico o emocional, y que se les conocen como disparadores de la conducta suicida, y que, para diagnosticarlo es necesaria la valoración médica. Sin embargo, resaltó que “hay una estigmatización estructural en la psicología y psiquiatría, donde se le resta importancia a las enfermedades de salud mental”.

“Si yo tengo un amigo o familiar que tiene ideas suicidas, lo primero que tengo que hacer es escucharlo con empatía, acompañarlo, y si no sé manejarlo tengo que acompañarlo con algún profesional”, puntualizó.

Zonas comunes

En ese tenor, mencionó que las zonas más comunes para actos suicidas en Mérida son las mismas casas donde viven las víctimas, y el método más usado es la vía del ahorcamiento, asfixia o estrangulación, por esta razón y como medida de prevención es que se pide un acompañamiento riguroso, para la persona que presenta este tipo de conductas, como también eliminar todo aquello con lo que podría lesionarse.

Explicó que una iniciativa que el Instituto de Salud Mental del Estado continúa para mantener la campaña de prevención del suicidio, es la de capacitar a mil 780 médicos generales, para detectar, manejar y canalizar los casos que llegan a salas de urgencias por intentos frustrados, para brindar la atención adecuada y dar seguimiento a los pacientes.

“Al detectar a una persona con tendencia suicida es recomendable la elaboración de un plan de seguridad, saber a quién puedes acudir si algo pasa, quién podría acompañar a la persona, como un número de emergencia, que en el caso de Yucatán es el 800 108 8000, donde podrán darse asesoría para la intervención en crisis, como también seguimiento y apoyo a la familia”, indicó.

Para finalizar, el especialista resaltó que la primera barrera para prevenir el suicidio es eliminar los estigmas, para hablar sin tabús sobre los temas de salud mental, como también dejar de lado el miedo a pedir ayuda y acudir a médicos profesionales.

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JG