El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Raúl Aguilar Baqueiro afirmó que se está negociando con los grupos ICA y Azvindi, para integrar a las micros y pequeñas empresas de la construcción, al proyecto del Tren Maya, que por su tamaño no pudieron ser parte del plan que corresponde a Yucatán.
Explicó que, al haber inversión pública en el sector, se trabaja en lograr esa transición de las micros, pequeñas y medianas empresas al privado, por lo que han enfocado sus esfuerzos en lograr una vinculación entre la iniciativa privada y los afiliados al CMIC.
“Ya hay casos de éxito muy alentadores, pero que no pueden compensar del todo el impacto que ha tenido la agresiva reducción de inversión en obra pública”, dijo.
Aguilar Baqueiro expresó que para entender lo que sucede en el ámbito de la construcción hay que conocer el contexto: “Antes que nada, considero importante hacer una diferencia entre cómo se desarrollan las obras privadas y las del sector público, porque creo que sería inapropiado analizarlos como un todo, ya que, han tenido tendencias y comportamientos muy diferentes”.
Continuó diciendo que en lo referido al sector privado existe una dinámica muy alentadora, ya que siguen llegando las inversiones a Yucatán y fundamentalmente en los sectores inmobiliario e industrial, que representan una recuperación de su planta laboral que supera al 80 por ciento de la que se tenía antes de la pandemia, impulsado principalmente por las condiciones de certeza jurídica, fomento al empleo y paz social que caracterizan al Estado.
Respecto al sector público, comentó que la perspectiva y las expectativas son desalentadoras, porque se ha agravado la disminución de las obras públicas, que ya se tenían desde hace 10 años: “la contracción ha sido de 33.1 por ciento en el valor de la producción de la construcción en Yucatán, en comparación con el primer trimestre del 2020, problema que se debe atender por los tres niveles de gobierno, ya que cómo hemos mencionado en diversos foros y medios, los más afectados por esta ausencia de programas de infraestructura son las micro, pequeñas y medianas constructoras que ya habían desarrollado una lógica comercial y capacidades muy importantes para la ejecución de obra pública y social”.
Del mismo modo señaló, que la presencia de Yucatán en uno de los macroproyectos de esta administración federal como lo es el Tren Maya, es sin lugar a dudas una buena noticia, porque existe una derrama económica importante, real y perceptible en las zonas en las que este proyecto tiene influencia, sobre todo en los proveedores y comercializadores de materiales para la construcción y en la demanda de mano de obra calificada y semi-calificada.
Sin embargo, dejó en claro que este beneficio no es para las empresas de construcción: “De nueva cuenta el segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas no están siendo partícipes de los beneficios de este proyecto y es justo ahí en donde estamos buscando que se abran oportunidades para la participación local, que creemos puede ser de beneficio mutuo; por eso seguimos en reuniones de vinculación tanto con ICA como con Azvindi para que consideren a las Pymes yucatecas en diversos espacios de trabajo que requiere este importante proyecto” apuntó.
Finalmente, Aguilar Baqueiro explicó que la industria de la construcción al igual que muchos otros sectores económicos, han sido golpeado duramente por la pandemia, sin que hasta la fecha reciban por parte del gobierno federal ningún programa o estímulo extraordinario para afrontar esta crisis. Pese a eso, gracias a las condiciones del estado se ha visto una recuperación paulatina que permite ser optimistas para el cierre del año.
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JG