Jordi Yahir Tinah Tun, quien por muchos años se había hecho cargo de su abuelo, Domingo Tun Balam, fallecido el pasado 16 de octubre, simplemente se quedó con los brazos cruzados, y las cinco parcelas que pertenecían al difunto están en pleito con sus tíos, y él como nieto no tiene parte en la repartición de los bienes, pese a que él procuraba por la salud del anciano y era su acompañante, mientras que los hijos al ver a su padre enfermo lo desatendieron.
José Héctor Tinah Vidal y su hijo Jordi Yahir Tinah Tun se presentaron en las oficinas de esta corresponsalía para dar a conocer la situación que actualmente viven sus familiares, pues los hijos del difunto se encuentran peleando cinco parcelas en las que hay más de 120 cabezas de ganado, aparte de los animales que tenía dado en sociedad.
Explicaron que Jordi fue el nieto que desde los cuatro años acompañaba a su abuelo, lo ayudaba en el rancho, lo llevaba a la parcela y procuraba que estuviera bien de salud cuando enfermaba, pues sus hijos lo abandonaron por su avanzada edad.
Dijeron que el pasado 16 de octubre, el nieto llevó por última ocasión a Domingo Tun Balam a su parcela, porque pedía que lo llevaran diariamente a su pequeño ranchito, ese día, el nieto lo dejó en el lugar de costumbre, pero al llegar él a las 14:00 horas, según habían acordado para almorzar tamales, lo estuvo buscando en los potreros y lo encontró muerto, por lo que dio aviso a sus familiares que llegaron al rancho.
Los hijos del difunto, Bernardo y Benito Tun Balam declararon a la Policía Estatal que encontraron muerto a su padre cerca del corral; sin embargo, el cuerpo fue movido, ya que el adulto falleció en otro lugar.
Además, los afectados dijeron que los hijos mintieron a la Policía en todo momento, por lo que tienen dudas de la muerte del anciano, porque varios testigos vieron a Benito rumbo al citado rancho.
Los declarantes revelaron que mucho antes de que falleciera el abuelo, su hijo Bernardo vendió ganado por la cantidad de 100 mil pesos y compró una propiedad, lo que generó problemas entre los familiares, e incluso con su padre; al morir Domingo, su hijo Bernardo y sus hermanos Benito y Margarito se apoderaron de las cinco parcelas, la de Emiliano Zapata en San Felipe, donde hay 100 cabezas de ganado, y la parcela localizada cerca de Loche, donde ocurrió la muerte, donde hay 20 cabezas de ganado.
Jordi comentó que su abuelo antes de morir lo llevó al rancho: “en sus últimas palabras me dijo que me iba a dar ganado como bonificación porque lo ayudo y me señaló dos ganados para que yo los utilizara en comprar mi ropa. Ese día me dijo que fuera por él a las 14:00 horas porque íbamos a comer tamales, cuando llegué no estaba, lo empecé a buscar, cerca de las 15:00 horas vi la bolsita donde llevaba su agua, su licuado, su impermeable y su sembrador, le empecé a gritar, ¡abuelo!, ¡abuelo! ¿Dónde estás?, ya había buscado su bolsita y me di cuenta que estaba en el suelo, lejos del corral, fui a avisar a mi papá y mis tíos”, narró el joven.
Después de la lamentable pérdida comenzó el pleito entre los tíos dejando a un lado al nieto, pese a que en el documento de sucesión de derechos quedó su madre, Teresa Tun Balam, como una de las beneficiaras, pero los varones no la toman en cuenta en la repartición de los bienes.
Por el fallecimiento del abuelo, Jordi enfermó y sus familiares tuvieron que cubrir los gastos médicos de su tratamiento, ninguno de sus tíos fue capaz de acercarse a la familia y preguntar si necesitaban algo, pese a que ahora están vendiendo todos los ganados en sociedad con otras personas.
José Héctor mencionó que los hijos varones no saben cómo se ganó los bienes, pues a las hijas las ponía a cocinar calabazas para criar cerdos y a vender productos que se cultivaban en el campo, cuyos recursos eran destinados a comprar ganado, que actualmente los hijos están peleando y haciendo a un lado al nieto que estuvo en todo momento pendiente de su abuelo, cuando ellos lo abandonaron.
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CC