Ayer, en un recorrido por las calles donde se encuentran los hoteles, se pudo notar la poca asistencia de visitantes e incluso varios de estos giros comerciales estaban cerrados, según comentaron los encargados ante la baja asistencia de turistas, mantener abiertos los hoteles representa un gasto y se corre el riesgo de tener pérdidas en lugar de ganancias.
“No nos podemos quejar, pero la verdad es que este último fin de semana de noviembre sí estamos a la baja”, comentó el restaurantero Martín Granados, en Sisal.
Noticia destacada
70% de las mujeres víctimas de violencia en Yucatán, con el agresor en casa: Reporte
Afirmó, “no podemos saber con exactitud el motivo o la causa de la baja de visitantes al puerto, pero estamos trabajando como de costumbre y también continuamos realizando todas las medidas preventivas ante los contagios de COVID-19, ya que los restauranteros estamos conscientes de la importancia de estas medidas para la reapertura de los comercios”.
En un recorrido por las calles donde se encuentran los hoteles, se pudo notar la poca asistencia de visitantes e incluso varios de estos giros comerciales están cerrados, según comentan ante la baja de turismo mantener activo los hoteles representa un gasto y se corre el riesgo de tener pérdidas en lugar de ganancias.
A la orilla del mar en la playa aún quedan algunos residuos de sargazo que fue arrastrado por el oleaje de los nortes de los últimos días y los vientos fríos, sin embargo, un considerable número de palapas se encontraban ocupadas, según comentó uno de los meseros, Carlos Jiménez, la renta de las palapas continúa a 200 pesos por día y el servicio de meseros, está incluido. Agregó que en este último fin de semana de noviembre, se ha dado una baja de visitantes, pero los restauranteros, hoteleros y meseros tenemos confianza que en el mes de diciembre la situación mejore, dijo.
Conductores de las camionetas de trasporte aseguran que entre los factores que influyen en la baja de turismo es lo relacionado con el fin de la fiestas de los fieles difuntos, ya que numerosas familias aún tienen la costumbre de despedirse de la animas con el Hanal Pixán, lo que representa un gasto y en lugar de venir al puerto separan el dinerito para esta actividad.
Integrantes de una familia que se encontraban en el muelle de pescadores comentaron que para venir al puerto, aunque sea sólo unas horas, se requiere de un buen capital, al menos 80 o 90 pesos por persona para el pago de los pasajes, la comida y los refrescos, así que es mejor la visita rápida, ya que para quedarse en el puerto uno o dos días, se gastaría más.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información CC