Doña Juventina Mena Quintal, de 72 años de edad, y de oficio ama de casa en Chocholá, Yucatán, comentó para el periódico Por Esto!, que desde a la edad de 14 años, era ventera de panuchos y empanadas; recordó que vivía en casa de su abuela, doña Maximiliana Mena, donde le preparaba la venta de antojitos, y ella se encargaba de venderlos; lleva ya 58 años haciéndolo.
'Mi abuela me enseñó a trabajar honradamente a ganar en ese entonces, unos centavos para la comida', indicó la entrevistada.
Al equipo de Por Esto!, enseñó como prepara los alimentos que luego sale a vender: Primero coloca el nixtamal en la leña, lo cuece y lo lava, para después llevarlo al molino, parta producir la masa; luego prepara las tortillas para los panuchos, a los que solo se le pone el frijol colado espeso; posteriormente pasan a ser freírlas en una sartén con aceite y se prepara, según como lo pida el cliente.
Doña Juventina Mena Quintal, dijo que ya se siente cansada, de tanto trabajo: 'Mi hija Fany, es la que me ayuda ahora en las ventas, a mí se me dificulta mucho leer y escribir, ya que a veces asistía yo a la escuela, por qué en la casa había mucho trabajo; así que me da trabajo sacar las cuentas', declaró la señora.
'Gracias a Dios, tengo mis clientes, que me ayudan y me siguen comprando, mis panuchos y empanadas. En la actualidad, todo está muy caro, un litro de aceite, te cuesta 40 pesos; la cebolla y el tomate varía el precio, entre 25 pesos, pero yo sigo vendiendo los panuchos y empanadas, a 6 pesos, creo que por eso, tengo mucha venta'
'Gente que viene a comprar, ya que su sabor, no se compara con otros. Mi familia es muy católica, desde mis abuelos, por lo que, yo soy muy creyente en la Virgen de Guadalupe, hago sus rosarios. En esta época del Hanal Pixan, puse los dulces en la mesa, la comida, las flores y las veladoras, para los fieles difuntos. Y yo misma preparé los pibes, que puse en la mesa'. Argumentó.
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CG