La grave contaminación que afecta a los cenotes en Yucatán es innegable. Este año, en 24 de esos cuerpos de agua, ubicados en 17 municipios, buzos especializados sacaron más de cinco toneladas de desperdicios, que incluyen tres bicicletas, un tobogán, teléfonos celulares, llantas, vidrios, plásticos e incluso envolturas de frituras que datan de los años 70.
Zaida Rodríguez Gómez, secretaria de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado, explicó que mediante la Estrategia de Recuperación Integral de Cenotes y Grutas del Estado de Yucatán, en los tres años recientes se han limpiado 59 cuerpos acuíferos, que presentaban altos niveles de contaminación.
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“Este año se sacaron aproximadamente 5 mil 212 kilogramos de residuos, como botellas, bolsas, empaques, envases de vidrio, la mayoría de cerveza; latas de aluminio, celulares, llantas, muñecas, balones, juguetes, cubetas, cordeles, tres bicicletas y un tobogán”, reveló Rodríguez Gómez.
La funcionaria dijo que el propósito de esta tarea es cuidar la biodiversidad de los cenotes, “pues ahí habitan pececitos, como la especie llamada ‘dama blanca’, que está en peligro de extinción. También se han encontrado vestigios arqueológicos y un diente de megalodón”.
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En tres años se han limpiado 59 cenotes, 11 en el primer año y 24 en 2020, pese a la pandemia, y este 2021 se incrementó el municipio de Tizimín.
“Necesitamos conocer para valorar, y valorar para conservar, si no conocemos la maravilla que hay ahí abajo no nos dará ganas de conservarla, entonces parte de lo que se hace es sacar fotografías de las maravillas, para armar esta estrategia que necesita la ayuda de todos”, dijo.
Rodríguez Gómez explicó que “estamos trabajando en la planeación 2030, y los medios de comunicación forman parte importante para difundirlo, para que otras comunidades puedan sumarse, el trabajo de saneamiento es muy complicado y lo fácil es cuidarlo”.
Consideró que las más de cinco toneladas extraídas causan un grave daño, pues son desperdicios que se degradan en el cenote y lo contaminan. “Cada gramo que se retira es mucho para evitar la contaminación, pero hay que prevenir, evitar que vayan a parar residuos en ellos”.
Explicó que en cada recolección de basura en los cenotes, siempre participan buzos especializados, que tienen capacitación especial, para la seguridad de todos, además que en este año participaron 800 voluntarios, que gracias a su labor se encontraron vestigios arqueológicos y paleontológicos.
El proyecto de rescate logró beneficiar dos áreas naturales, al 80% de las comunidades donde hay cenotes, y se descubrió la conexión del cenote Chun-ya y la gruta Aktun Kaab en Kaua.
Última jornada
Ayer, en el cenote Siete Bocas de la comisaría de Sucopo, municipio de Tizimín, buzos especializados del Gobierno del Estado cerraron sus actividades correspondientes al año 2021.
Katia Valle, comisaria municipal, resaltó la participación de la comunidad y explicó que es importante que conozcan el poblado por sus riquezas naturales, también agradeció a las autoridades que hayan tomado en cuenta este cenote para ser saneado.
Gabriela Mezquita Alonzo, presidenta del DIF Municipal, resaltó la importancia de inculcar en los hijos y familiares lo que significa el entorno natural, “si algo que se tiene con orgullo es el medio ambiente que nos rodea, lo que garantizará que nuestros hijos vivan en lugares dignos, saludables; la naturaleza nos ha mostrado que cada vez que no actuamos de la manera correcta tenemos consecuencias, hemos estado viviendo las consecuencias, y precisamente estamos hoy para cuidar”, apuntó.
Características de Siete Bocas
En el reglamento de cenotes hay tres tipos: de cueva, abierto y semiabierto, como es el caso del que ayer fue intervenido.
Sólo se logra ver un poco de lo mucho que hay debajo, tiene 20 metros de altura, aún no se conoce la profundidad. Los buzos realizaron su trabajo para determinar la cantidad exacta de desechos que se extrajeron, mientras un grupo de biólogos analizará las muestras para establecer el grado de contaminación en el afluente.
Para llevar a cabo el saneamiento un equipo de seis especialistas subacuáticos realizó primeramente un buceo de prospección, y luego comenzó la extracción de desechos, que se efectuó bajo los protocolos de seguridad requeridos.
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JG