Negocios pequeños y también grandes corporaciones deciden pagar “por fuera” a sus empleados para disminuir el costo de la seguridad social y de vivienda, lo que ha colocado a los municipios de Yucatán entre los que tienen mayor informalidad, informó en exclusiva a POR ESTO!, Carlos Rosas Landa, abogado experto en el tema laboral.
“El problema es que se aumenta el número de población, pero aunque el estado crece económicamente el empresario no coopera con el 35 por ciento que le corresponde”, detalló Rosas Landa, del despacho RLG Abogados.
Los municipios de Yucatán sobresalen entre las localidades del resto de la Península en cuanto a personas ocupadas que se desenvuelven en la informalidad.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) demuestran que el promedio nacional indica que el 55.8 por ciento es población ocupada informal, mientras que en municipios de Yucatán el porcentaje puede llegar hasta el 100 por ciento de la población en la informalidad.
Tal es el caso de Teya, donde toda la población ocupada trabaja en la informalidad, cabe destacar que este municipio tiene una extensión territorial de 65 kilómetros cuadrados con alrededor de 2 mil habitantes.
En Cenotillo, donde viven alrededor de 3 mil 700 habitantes, el 67.8 por ciento de la población tiene un trabajo informal y en Chikindzonot, donde viven más de 4 mil personas, el 97 por ciento que son personas ocupadas también tienen un empleo informal.
Quintana Roo, Yucatán, tiene 95.3 de población ocupada en la informalidad y en Tekal de Venegas un 93.3 por ciento de sus habitantes que tienen trabajo lo hacen de manera informal.
Si se compara con los municipios de Campeche tenemos que Calakmul califica con la mayor cantidad de personas en la informalidad con 90.9 por ciento, seguido por Candelaria con 89.4 por ciento, y debajo está Escárcega con 76 por ciento.
Caso Quintana Roo
En Quintana Roo el municipio donde hay mayor informalidad es Bacalar con 79 por ciento, seguido por José María Morelos con 75.4 por ciento y Lázaro Cárdenas con 73.8 por ciento.
Rosas Landa señala que, a pesar del aumento de 20 por ciento que tendrá el salario mínimo, si un empresario brinda los beneficios de la formalidad a sus empleados debe ofrecer seguridad social y vivienda. “En pesos y centavos a un patrón le cuesta el 35 por ciento más de lo que cuesta el trabajador pagar esas cuotas”, señaló el abogado.
De manera que si un negocio, una fonda paga una nómina de 20 mil pesos, más el 35 por ciento, la cifra se eleva a 27 mil pesos al mes, por lo que los pequeños empresarios mantienen el esquema informal apoyado en que en México hay nula supervisión por parte del gobierno, deficiente fiscalización y un nulo sistema de sanciones.
Trabajo de gobierno
La coordinación horizontal en diferentes niveles de gobierno, por ejemplo, entre la Secretaría del Trabajo y Previsión Social a nivel federal y sus representaciones regionales, así como entre jurisdicciones del mismo nivel, es decir, entre municipios contiguos, es una de las recomendaciones para evitar la informalidad en la zona sureste del país, de acuerdo con el estudio Estimación de la informalidad en México a nivel subnacional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a 2021.
“Estos mecanismos deben estar encaminados a subsanar eventuales déficits en la coordinación, así como a facilitar un enfoque integrado de mercados laborales a nivel municipal o de zona metropolitana que coadyuve a maximizar los efectos directos e indirectos de políticas y regulaciones en materia laboral”, detalla el análisis.
También recomienda emplear instrumentos como son los incentivos fiscales o requisitos legales, así como fomentar la colaboración voluntaria como la realización de foros municipales.
El estudio de la Cepal explica que, al analizar la informalidad a nivel municipal, se encuentran localidades con altos niveles de propensión a la informalidad, sobre todo en el estado de Yucatán.
“En este estado viven pueblos originarios que se dedican a la actividad pesquera y agrícola, principalmente a la cosecha de cereales y hortalizas”, menciona el informe.
Algo similar sucede en Campeche donde existen las mismas actividades económicas y hay numerosos sitios arqueológicos de la cultura maya y vastas reservas de la biosfera.
La Comisión destaca que la tendencia en diversas regiones del país que lleva a la informalidad es el nivel educativo.
“Con respecto a los factores de riesgo en la región sureste, se confirma la tendencia observada en el resto de las regiones, donde los municipios con bajos niveles de propensión a la informalidad coinciden con mayores niveles de educación promedio del principal perceptor de ingresos de la familia y con un mayor porcentaje de mujeres ocupadas”, señala el informe.
Además, los municipios con alta informalidad tienen mayores porcentajes de personas que habitan en el área rural y con población indígena, coincidiendo con porcentajes más altos de personas ocupadas en el sector agrícola, precisa el estudio.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
JG