Esta población cuenta con cenotes donde la gente llega a recrearse. A pesar de que no estamos en época de vacaciones, el turismo llega a visitar estas cavernas llenas de agua cristalina.
“Hace cuatro meses volvimos a abrir, pues por la pandemia tuvimos que cerrar siete meses”, comentó el encargado.
Entre las dolinas está la denominada “Bal-mil”, que en lengua maya significa guardado. Este sitio está por la ruta del circuito de los cenotes y cuenta con la remodelación de su escalera, que está hecha de madera, en forma de caracol.
Esta fue realizada cuando la pandemia estaba comenzando, ya que cerraron las actividades no esenciales, anteriormente era metálica, vertical y tenía como 15 metros de largo.
Para llegar a este sitio, los turistas lo hacen con sus vehículos o solicitan el servicio de los guías en mototaxi, donde además disfrutan de un paseo por los montes.
Aunque en esta dolina sólo se vio una familia, procedente de la Ciudad de México, comentaron para este medio informativo que es la segunda vez que vienen a visitar los cenotes de Homún y les agrada, ya que las aguas están limpias y cristalinas.
Añejo conflicto
Por otro lado, quisimos saber cómo sigue el conflicto entre los representantes de estos atractivos naturales, con la granja de cerdos que construyeron como a ocho kilómetros de la población, que por el momento tiene suspendidas sus actividades, debido a unos recursos de amparo que concedieron a estos trabajadores de los cenotes, en un tribunal federal de la Ciudad de México.
Comentó Doroteo Hau, el representante de la dolina “Bal-mil” y presidente de la asociación de Ka’ Anan Tso’ onot, (Guardianes de los cenotes), que los representantes de la granja, hace unos meses nuevamente interpusieron un amparo en los tribunales aquí en Mérida, manifestando que ya tenían listo los requisitos que pedían para poder comenzar a laborar. Pero un juez le negó el recurso para trabajar, pues en la instancia federal de la Ciudad de México todavía no dan veredicto alguno.
Asimismo, manifestó que ellos sólo están defendiendo el agua, pues si llegara a trabajar dicha granja, contaminaría el manto acuífero, como está sucediendo en Kinchil y Tekal de Venegas, donde el olor fétido es insoportable e incluso ya se han presentado enfermedades entre la población.
Por otro lado, manifestó que si los magistrados llegaran a fallar a favor de la granja: “nosotros nos vamos a defender, como dicen, a punta de machetazos”.
“Pues no sólo defenderemos el agua, sino también las fuentes de empleo que genera esta actividad turística y la economía de la población, pues como vemos, ya hay varios comercios que llegaron, como las farmacias, ¿cuándo nos íbamos a imaginar que tendríamos en el pueblo dos farmacias?”, añadió.
“Nosotros tenemos que aplicar todos los protocolos de salud que nos piden, solicitar a los visitantes usar cubrebocas, se les aplica gel antibacterial, la toma de temperatura y llevamos una bitácora para anotar sus nombres y de dónde vienen, que es lo que nos exige la Secretaría de Salud. Así nos cuidamos todos”, concluyó.
JG