La zarigüeya está contemplada como uno de los marsupiales en peligro de extinción, por lo que cada año disminuye grandemente su población y en nuestro medio es satanizado, ya que, según se dice, devora las aves de traspatio y se desconoce a fondo el beneficio de esta especie.
La mayor parte de la gente que se encuentra con el mal llamado “zorro” en nuestra región, termina matándolos a pedradas o machetazos o, en el peor de los casos, de la manera más cruel les avienta los perros para que lo destrocen.
La zarigüeya forma parte del flujo de energía del ecosistema, además de que ayuda a dispersar las semillas de los frutos silvestres, tienen un valor muy importante en nuestro medio, ya que se encarga de devorar las chinches besuconas (pic) que transmiten el Mal de Chagas. A pesar de que comúnmente se piensa que este animal es un activo propagador de enfermedades como la rabia, estudios científicos han demostrado su gran capacidad de resistencia de esta enfermedad.
La MVZ Elizabeth Sánchez Domínguez reveló que la zarigüeya es un animal que por muchos años ha sido satanizado porque, según la gente de esta parte, dicen que trasmite rabia, pero este marsupial no es transmisor de la rabia, porque no tiene la temperatura ideal para incubar el virus.
Sin embargo, la zarigüeya tiene como fin biológico exterminar el vector del Mal de Chagas, se come estos insectos (pic), es un gran dispersador de semillas, hace equilibrio ecológico, es el único animal que puede soportar mordeduras de serpientes y de alacranes, tiene su propio antihistamínico, también es el único marsupial mexicano, único con la capacidad de tener a sus bebés en su bolsita.
Explicó que son omnívoros, comen frutas maduras, vegetales, hojas, néctar, flores, además de invertebrados como alacranes, arañas, ratones, serpientes y la famosa chinche besucona (pic); tiene hábitos mayormente nocturnos, solidarios y árboricos.
Las amenazas de las zarigüeyas son la destrucción de su hábitat, atropellamientos, ataque por animales domésticos en especial de los perros, gatos y en algunas comunidades los cazan como alimento, por lo tanto, el principal enemigo de las zarigüeyas es el hombre que las mata sin piedad, a raíz de que en nuestra región existe la mala idea de que se comen las gallinas los huevos y generalmente terminan matándolas a pedradas o machetazos
Insistió la bióloga que la ignorancia no justifica la crueldad, lamentablemente la amenaza principal es el desconocimiento de la especie que la ha llevado a ser objeto de los más duros rechazos, desgraciadamente, al no ser un animal muy carismático, existen muchos mitos y leyendas sobre esta especie, cuya población ha ido disminuyendo considerablemente cada año.
Es importante educarse sobre esta especie que tenemos en Yucatán y no hacer caso a toda leyenda urbana y creencia sobre ellos, ya que se ha visto en muchas ocasiones que siempre salen perjudicados por la ignorancia.
La falta de educación con respecto a cuidar el entorno de este animal, si alguna vez llegamos a ver alguno, sólo hay que darle espacio para que pueda seguir su camino, ya que aporta más beneficios de los que se saben.
SY