Un nutrido grupo de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, entre policías, bomberos y paramédicos, alzaron la voz para pedir a las autoridades que se les aplique la vacuna contra el coronavirus, ya que están en la primera línea de combate, junto con el personal de salud.
Expresaron que en lo que va de la contingencia sanitaria, más de 500 de sus compañeros en todo el estado han contraído la enfermedad y 15 de ellos han perdido la vida al contagiarse. “Hemos perdido amigos y hasta familiares”, indicó el agente José.
Reunidos en una explanada de una colonia ubicada en el Poniente de la Ciudad, los elementos indicaron que se pueden defender de los delincuentes, pero contra el virus no tienen defensa.
Aseguraron que por la naturaleza de su trabajo tienen contacto directo con las personas con o sin la enfermedad. “Es verdad que contamos con cubrebocas y caretas, pero muchas veces no es suficiente, ya que un descuido es suficiente para infectarse”.
Los oficiales añadieron que, ante una llamada de auxilio, los policías son los primeros en llegar y tener contacto con la persona que requiere la ayuda y sus familiares. “Nos entrevistamos con ellos e ingresamos al predio para constatar que el reporte sea verídico, luego solicitamos una ambulancia”.
María, paramédico de la corporación, indicó que ella se contagió del virus a pesar de que tomaba todas las medidas necesarias. “Nosotros somos el grupo que más se expone al virus, desde el contacto con el paciente, la encapsulada cuando hay casos sospechosos de la enfermedad y su traslado, viajamos con el virus”.
Indicó que ella pudo vencer la enfermedad, pero hubo otros compañeros que no pudieron. Por su parte, A.P.C., bombero con más de una década de pertenecer a la institución, externó que es verdad que se toman las medidas necesarias para evitar contagios.
Sin embargo, hay momentos en el trabajo que inconscientemente se olvidan para ayudar a alguna persona necesitada. “Lo vimos durante las inundaciones, en los accidentes de tránsito o incendios, donde está en peligro la vida de una persona”.
Según los entrevistados, de abril a julio fueron los meses más críticos de los contagios entre los policías, paramédicos y bomberos; durante ese lapso murieron 12 elementos.
Comentaron que ahora son menos los contagios, pero aún persisten. “Lo más peligroso es que podemos llevar el virus a nuestra casa”, indicó otro de los uniformados.
A mediados de enero, en Yucatán, inició la vacunación contra el coronavirus al personal médico, pero ésta se frenó debido a que no han llegado más dosis.
SY