Hoy el periférico de Mérida es inaccesible a los peatones y, aunque hay 8 puentes elevados que, según se anunció, serán rehabilitados, por su poca funcionalidad no todas las personas los usan, la gente prefiere cruzar la arteria sorteando los vehículos que transitan a toda velocidad, según comentaron.
Recientemente se anunció que, como parte delPrograma Conjunto de Mejora a la Movilidad y la Infraestructura Vial, y con una inversión de 78 millones de pesos, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida prevén construir 5 nuevos puentes peatonales y 4 temporales que se convertirán en pasos a desnivel; asimismo, se dará mantenimiento a los 8 que existen, los cuales se instalaron hace una década, pero que la gente casi no utiliza.
No obstante, especialistas como Eduardo Monsreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida (OMSM), han planteado que el periférico de la capital es una vía pensada para los autos y prácticamente impermeable para el peatón, por el grado de dificultad que existe para cruzar. En este mismo sentido, la directora del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo, Silvana Forti Sosa, ha señalado que periférico, por estar prácticamente dentro de la ciudad, debería ser considerada más bien como una avenida al interior de Mérida, con semáforos y pasos peatonales, porque ya no está en la periferia como se concibió en su origen.
Se realizó un recorrido por la zona en donde están ubicados los puentes y se pudo observar que la mayor parte de las personas no los utilizan y prefieren correr sobre el asfalto para atravesar la avenida. Y, en los casos en que la gente sí opta por las estructuras, refieren que es cansado, debido a que están mal diseñados, pero que “no hay de otra”.
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Gerardo García, quien ayer usaba el puente peatonal cercano al paso a desnivel de la salida a Tixkokob, expuso que sí es algo complicado y cansado, pero es la única forma de cruzar la arteria.
Por ello, se percibe que los puentes peatonales existentes son poco funcionales por su diseño, pero además porque en la zona donde se encuentran, que abarca del Oriente y el Sur, están a una distancia de alrededor de 2 kilómetros de distancia y, se observa claramente, no han recibido mantenimiento desde que fueron instalados, es decir, hace una década.
De acuerdo con el estudio del OMSM realizado en esta zona, a raíz de la construcción del paso a desnivel la gente tiene que recorrer una distancia entre 6 y 10 veces mayor a lo que hacía cuando la intersección estaba semaforizada.
En este contexto, la gente no tiene otra opción más que usar el paso peatonal, pero muchos otros no lo utilizan y en esta zona en particular es común ver a las personas corriendo para atravesar. Incluso, dentro de la misma zona, se puede apreciar que han colocado una bicicleta blanca en un poste, en homenaje a un ciclista que murió atropellado.
SY