Ante la falta de empleo como alarife, don Feliciano Uicab Tun buscó otras opciones y dio en el “clavo”, hoy en día es reconocido en Kanasín por ser de los pocos, si no el único, en elaborar el chicharrón de harina casero, muy diferentes a los sintéticos.
Los domingos el parque de ese municipio lo recibe desde las 9 de la mañana y hasta las 15 horas en que se le gasta su venta.
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“De aquí me voy a mi casa y gracias a Dios me ha ido muy bien y mis chicharrones son buscados por los vecinos de este municipio y colonias cercanas”, señaló.
Recordó que aprendió a elaborar estos chicharrones de un amigo en Hoctún, donde vive en la actualidad, aunque es nativo de Kanasín.
No dejo mi municipio donde tengo mis amigos y mis clientes que me compran cada domingo, ya que de lunes a sábado vende en el centro de Mérida.
Añadió que espera la reanudación de las fiestas en los pueblos para llevar sus productos para que se conozcan en otros lugares.
“Es una pequeña empresa ambulante la que tengo y de la que comemos mi esposa y yo, pues a diario se ganan entre 800 y mil pesos y la inversión no es mucha”.
Como en todo, hay días buenos, muy buenos y otros malos, pero a diario sale para la comida y hacer unos pagos.
Además del chicharrón, ofrece palomitas y los chicharrones tradicionales, pero los de harina casera son los que se venden primero.
Finalmente dijo que espera con ansia la reapertura de las escuelas para comercializar el producto que le ha cambiado la vida y la de su familia.
SY