El municipio de Maní, además de su gran riqueza histórica y gastronómica, cuenta con artesanías que constituyen un importante acervo patrimonial y cultural, prácticas ancestrales que han perdurado de generación en generación.
Muchas de las localidades del interior del Estado son reconocidas por las principales actividades que desarrollan y mueven su economía, elaborados trabajos que le dan identidad a cada lugar.
La villa de Tekit con su guayabera, el municipio de Mama con su apicultura, Chumayel con sus hamacas, Teabo con sus bordados a mano en punto de cruz, Ticul con su alfarería y zapatería; así el Pueblo Mágico de Maní maravilla con sus bordados a máquina de pedal.
Muchas mujeres del municipio mantienen esta tradición de elaborar hermosas prendas artesanales matizadas de colores, formas y técnicas, así como de saberes y habilidades que han sido transmitidas por generaciones.
Landy Magaly Cachón Gómez, de 45 años de edad, es una mujer de Maní que lleva poco más de 15 años dedicándose a la confección de gran variedad de prendas con bordados a máquina de pedal.
“Aprendí de mi mamá quien hasta la fecha sigue costurando, ella me enseñó a mí y a mis tres hermanas, ahora todas nos dedicamos al bordado”, compartió Cachón Gómez.
Ubicada sobre la calle 25, entre 16 y 18 de la colonia Candelaria, la mujer y sus hermanas tienen una pequeña casa tradicional maya que utilizan como taller para crear verdaderas piezas de arte tradicional que sintetiza la riqueza histórica y cultural del Estado.
“Todo el trabajo lo hacemos nosotras, desde dibujar y pintar la tela, bordarla a máquina de pedal. Hacemos desde blusas, vestidos, ternos, huipiles y pañales, el tiempo de elaboración depende de cada prenda”, precisó.
Cachón Gómez explicó que para el bordado a máquina aplican diferentes técnicas, entre ellas el gripur, macizo, rejillado, respunte, calado, renacimiento y petatillo, entre otros, que requieren de gran habilidad.
Actualmente, la destacada artesana confecciona prendas tanto tradicionales como innovadoras, pero siempre con las técnicas y conocimientos que han sido heredados por generaciones, complementados con el talento y toque personal, como una expresión viva de cultura e identidad.
Cada prenda típica yucateca bordada a máquina de pedal es una obra de arte, que combina coloridos paisajes, figuras e imágenes con creatividad y destreza.
La artesana ha participado en concursos de bordado a nivel estatal, en los que la calidad de su trabajo y técnica le han valido cerca de diez premios de primero, segundo y tercer lugar, incluso menciones honoríficas.
El taller de doña Landy Magaly está abierto a los visitantes para que tengan la oportunidad de admirar y comprar algunas de sus prendas, así como conocer todo el proceso de elaboración de las obras de arte ancestral.
Actualmente el arte textil es una herencia cultural maya y una de las principales actividades económicas del municipio. Los hogares de las familias funcionan como pequeños talleres donde se confeccionan las prendas con el bordado a máquina de pedal.
SY