La pesca enfrenta uno de sus peores momentos en las diferentes especies; la apertura de la captura del pepino de mar es incierto, porque ésta ha sido depredada por pescadores furtivos que vienen de otros Estados, ahora los hombres de mar sólo sobreviven con lo poco que logran capturar en especies de escama como el canané, ya que el mero se encuentra en veda.
A toda esta problemática se le suman los estragos de la pandemia que ocasionaron el cierre de las cooperativas por la falta de mercado para desplazar los diferentes productos del mar, mencionaron.
“En cuanto al pepino de mar hace dos años que esta especie se encuentra en veda en esta región y está prohibida la captura, además de que si el precio de compra no es redituable, no vale la pena arriesgar la vida por unos cuantos kilogramos de esta especie”, reveló el buzo Julio Mena.
En Río Lagartos, San Felipe, Las Coloradas y El Cuyo, las cooperativas no están trabajando al 100%, además de que aún no se dan los permisos para iniciar el buceo del pepino de mar.
Los permisionarios y cooperativistas explicaron que esta especie ha sido depredada por los pescadores furtivos que vienen de puertos como Celestún, Campeche, Quintana Roo, que se han dedicado a la captura, a pesar de que la especie está en veda.
Juan Marfil mencionó que: “a más de un año de la pandemia la situación de los pescadores ha sido muy difícil en actividades primordiales, entre ellas, la captura del pulpo que estuvo muy baja, además de los fenómenos naturales afectaron mucho el lecho marino, sin embargo, también los depredadores siguen la captura ilegal de esta especie sin que nadie les diga nada al respecto y esto origina que la situación en los puertos de esta parte del Estado, donde siempre respetan los periodos de reproducción de los moluscos y otras especies, y que han cumplido con esta ley, vienen gentes de otros lugares y arrasan con los pulpos, e incluso con los meros, utilizando prácticas prohibidas como el arponeo en la pesca”.
También, “La pandemia ha sido el factor principal que ha golpeado severamente este sector económico”, mencionó Gabriel Marrufo, quien señaló que los constantes fenómenos naturales afectaron esta actividad y ahora los constantes “nortes” que azotan impiden que los pescadores puedan salir de manera regular a la pesca.
Por otra parte, la veda del mero también ha limitado la captura y sólo se dedican a la pesca de especies como el chac chí, el canane, que son de poca captura y lejos de dejar ganancias generan más deudas, porque el combustible ha alcanzado los 21 pesos y hace que la actividad no sea redituable, porque los altos costos del equipo y del energético están también afectándola y, por consiguiente, las familias de los pescadores se ven en serias necesidades económicas.