Del periodo 2018 al 2020, el estado tiene registro de 85 muertes invisibles, término empleado en el caso de personas fallecidas, pero cuyos cadáveres nadie reclama en la Fiscalía.
En su mayoría eran indigentes que perecieron en la vía pública, accidentes de tránsito, en hospitales o vivían solos. De los 85 fallecidos no identificados, 63 eran hombres y 22 mujeres, cuyas edades oscilaban entre los 35 a 90 años; ninguno menor de edad.
En Mérida han ocurrido 58 de estos fallecimientos, lo que equivale al 68.2 por ciento. Según los datos de las autoridades ministeriales, al año en promedio se tienen unos 25 muertos sin identificar y, por consiguiente, sus cuerpos son depositados en la llamada fosa digna, antes llamada fosa común, ubicada en el cementerio de Xoclán.
Yucatán es de los pocos estados del país, junto con Chihuahua, Ciudad de México, Quintana Roo, Campeche, Jalisco, Nuevo León, entre otros, que cuenta con protocolos para el manejo de los cadáveres sin identificar.
De acuerdo con el protocolo, a partir de que las autoridades ministeriales realizan el levantamiento del cuerpo y tras la necropsia de ley, se tiene hasta dos meses para que los familiares acudan a identificar al fallecido.
Luego de ese tiempo, el cuerpo es alistado para depositarlo en la fosa, es decir, ya no hay registro de su muerte o existencia. Los cadáveres son depositados en una bolsa negra, no biodegradable, con una etiqueta y un brazalete con el número de la carpeta de investigación.
En el archivo de los expedientes se conservan fotografías del fallecido, así como muestras de ADN, en caso de que más adelante los familiares pudieran estar localizándolo.
A partir de entonces no hay rastros de su fallecimiento, porque el Registro Civil, a petición de la Fiscalía, expide un acta de defunción con la leyenda de desconocido.
La cifra exacta de cuánta gente ha sido depositada en la fosa no hay, ya que tiene 40 años de existencia, desde que se abrió el cementerio de Xoclán. Sin embargo, en promedio son unos 25 cuerpos cada año, así que se calcula que, durante ese tiempo, podría haber unos mil cuerpos que la Fiscalía depositó en ese lugar.
El mismo procedimiento se realiza con las osamentas que son encontradas en algún punto de la entidad. Luego de los estudios pertinentes, los restos se colocan en bolsas negras que son depositadas en la fosa.
En la actualidad, en el Servicio Médico Forense hay 15 cuerpos sin identificar, ocho personas que fallecieron en el hospital, en especial en el O’Horán. El grupo se complementa con una atropellada, tres encontrados en la vía pública y tres que murieron en predios donde habitaban solos.
El 17 de julio del año pasado, las autoridades recogieron el cadáver de un hombre en el kilómetro 3 del Periférico, como su cuerpo no fue reclamado fue depositado en la fosa.
Uno de los casos más recientes es el de un hombre que fue hallado sin vida a principios de este año en un predio de la colonia Bojórquez. El fallecido continúa en calidad de desconocido.
SY