La falta de instrumentos de planeación y ordenamiento urbano por parte del Ayuntamiento de Mérida ha propiciado un desorden en el norte de la ciudad que afecta a colonias como Montebello, Montealbán, Montecristo, Sol Campestre, entre otras. Es en esta zona donde recientemente un grupo de vecinos se manifestó contra el desarrollo habitacional Infiniti Mérida, ubicado justo donde se construyó, con múltiples irregulares, el centro comercial denominado Urban Center, durante el primer mandato de Renán Barrera Concha.
Yusef Lara, vocero de los vecinos afectados por el proyecto Infiniti Mérida, consideró que de parte de la Comuna hay un desorden, por lo que no se explica la forma en que se dan los permisos para la construcción de un complejo habitacional con torres de gran altura que vulnerarán, primero, la privacidad de las personas, además de los impactos al subsuelo y la saturación que tendrá la vialidad en una zona que de por sí ya está sobrepasada.
Noticia destacada
Alcalde del PAN busca reelección pese a obras inconclusas y endeudamiento en Mérida
“No entendemos cómo se puede dar un permiso de 350 departamentos y que pudiera llegar a más, en una zona de 39 mil metros cuadrados y que afectará a muchas colonias como Montalbán, Monterreal, Montecristo, Sol Campestre y muchas otras. En sí, creo que, a todo el norte por la carga de vehículos, demanda de servicios y todo lo que se generará”.
“Hablamos de 350 familias que por lo menos tendrían un auto cada una, pero podrán ser más y tal vez se haga estacionamiento subterráneo, con el riesgo de inundaciones y demás afectaciones que ya hemos visto”, agregó.
Dijo que, por la pandemia, tal vez la saturación de vehículos no se sienta tanto, pero en épocas normales, las vialidades están completamente sobrepasadas. Esto se percibe en la glorieta de Kalia, en donde se puede tardar hasta 10 o 15 minutos en poder avanzar, lo mismo que en toda la calle.
Agregó que hay inconformidad de una gran parte de los vecinos y se están organizando, primero, para investigar en qué condiciones se dieron los permisos. Además, están buscando asesoría para interponer las acciones legales correspondientes. Para el arquitecto Fernando Alcocer Ávila, quien hizo la labor de trámite de los permisos de este desarrollo, la construcción es compatible con la zona, porque es habitacional y lo que se propone es construir viviendas. Expuso que, si pudiera haber saturación vehicular o falta de servicios, eso es responsabilidad de las autoridades por la falta de instrumentos de planeación y ordenamiento urbano.
“El uso de suelo es habitacional y el problema de que se va a saturar, que es la queja de los vecinos, es un tema de planeación y ordenamiento urbano, y no del constructor o del dueño del predio que finalmente puede hacer lo que los reglamentos le permiten; en este caso son viviendas, acorde con el uso de suelo”, dijo.
Reiteró que es una zona que se seguirá saturando mientras el Ayuntamiento de Mérida no tenga una propuesta para resolver el problema de la ciudad. Es la autoridad, reiteró, la que debe atender estos temas y también incluye a la Japay por el tema del agua potable, y a la Policía por el tema de las vialidades.
“Respecto al complejo no hay ningún conflicto con la zona, es habitacional; lo que se pretende hacer son viviendas que se estarán una sobre otra y esto, nos da espacios más abiertos para poder poner árboles”, comentó.
Reiteró que lo que hace falta son instrumentos de planeación y ordenamiento urbano, y de vialidad, porque es una zona que sigue creciendo y, como Infiniti Mérida, vendrán más desarrollos habitacionales. Recordó que este caso es diferente a lo sucedido hace algunos años con el centro comercial Urban Center, que también causó conflictos por ser construido en una zona habitacional, cuando expresamente su giro es comercial.
El Urban Center es el ejemplo de un permiso dado de forma irregular en el primer trienio de Renán Barrera Concha, porque el Ayuntamiento de Mérida torció la ley e hizo una interpretación a modo para beneficiar la construcción. Lo acomodaron todo para poder entregar las licencias de forma irregular en el 2015.
En el lugar donde se levantó el Urban Center no se permite la construcción de más de 10 mil metros útiles y se permitieron más de 26 mil, para lo cual se hizo una interpretación a modo. Además, aprobaron un uso que impacta a la zona, afecta a los peatones, el tráfico vehicular, a los vecinos, creando un desequilibrio total.
El Plan de Desarrollo Urbano especificaba que en la zona no podía haber construcciones con más de 10 mil metros útiles. Sin embargo, la superficie es de más de 26 mil metros cuadrados. Así, la Comuna contempló por separado las partes de la construcción (estacionamiento, locales, café, etc.) verificando a modo que cada una no excediera los 10 mil metros permitidos y así se otorgaron los permisos, midiendo por separado, lo que es irregular. Tras años de juicios y procesos, el Tribunal de Justicia Administrativa revocó los permisos señalados y ordenó a la autoridad municipal que se emita una nueva resolución que esté fundada y motivada. La plaza estuvo funcionando sin permisos, porque estaban revocados, pero el Ayuntamiento nunca acató, hasta que entregó de nuevo los permisos en los mismos términos.
SY