Yucatán

Malecón de Progreso recibe gran afluencia de turistas en fin de semana

Sin sana distancia, turistas arribaron al puerto abarrotando el malecón de la entidad
Numerosos comensales se podían observar en los restaurantes del puerto / Jesús López

Con un lleno espectacular, el malecón del puerto se vio repleto de familias locales y visitantes que acudieron a pasar un domingo en la playa; el único “manchón” dentro de un día lleno de color gracias al turismo, fue la amnesia sufrida por los mismos bañistas y el sector restaurantero por la sana distancias y demás medidas higiénicas para evitar contagios contra el coronavirus.

Trabajadores de este sector confirmaron que el último domingo de febrero les recordó a lo vivido en los últimos días del mes pasado, pues la derrama económica ahora si se quedó en el puerto, muchos deben a ello que varias empresas del sector público y privado pagaron a sus trabajadores desde el viernes, día en que la entrada fue regular y nada generosa.

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Niños y adultos mayores, no se quisieron quedar en casa y acudieron de pasadía hasta en caravana, dejando las camionetas de renta en las inmediaciones del Malecón, esto generó serio embotellamiento, pero también buena ganancia en los “viene-viene”.

“Uno no sabe cuándo van a volver las malas rachas, esto se veía venir, la gente fue poco a poco saliendo de casa después de que abrieron, es normal, tanta propaganda del gobierno les espanta, al parecer ese temor ya se acabó con toda la gente que ayer vino a la playa, ahora nos toca a nosotros esforzarnos por vender todo lo que se pueda” contestó Hugo Collí Osorno, vendedor de dulces que junto con esposa e hijo acudieron a vender sus productos desde las siete de la mañana.

Restaurantes con sobrecupo

Algo que llamó la atención fue el sobrecupo que tuvieron varios establecimientos dedicados a la gastronomía; clientes tuvieron que esperar afuera y hasta sentados en la banqueta al no encontrar lugar en alguna mesa del área de playa (que no contó con la distancia obligatoria entre mesas). Esto causó alegría en la ciudadanía local que por fin pudo ver que los trabajadores de la zona obtuvieron buenas entradas, pero no en los visitantes que pasaron hasta tres horas en busca de mesa para degustar platillos.

Uno de esos restaurantes fue Eladios, conocida cadena que se caracteriza por la abundante botana que sirve a la par de las bebidas; en este domingo dejó a sus clientes afuera, sentados con el calor y sin ninguna medida de protección higiénica.

“Venimos con la intención de pasar un buen rato, de comer un pescado fresco, lo que no acostumbra hacer uno en la ciudad, pero es algo desesperante ver que tenemos que cuidarnos de las demás familias que llegaron a la playa con el mismo plan que nosotros”, comentó Alejandra Parra Blanchet, que abandonó uno de estos establecimientos luego de esperar cerca de una hora.

Cuando se les intentó preguntar a los elementos de estos lugares por el olvido de las medidas de protección afirmaron desconocer el motivo, otros afirmaron que si se están aplicando, la mayoría simplemente alegó que no tenían tiempo de atender a la entrevista por ocupar de atender a los comensales.

Cabe mencionar que la llegada de los bañistas se dio desde primeras horas del domingo, afirmaron prestadores de servicios, esto para aprovechar la mañana fresca y hacer ejercicio; al mediodía el sol permitió entablar actividades de sano esparcimiento a la orilla del mar, otros prefirieron broncearse o incluso plantar casa de campaña para la siesta; dando las cinco de la tarde, la Policía Municipal reguló el consumo de alcohol en la vía pública. El alcoholímetro y las rondas de vigilancia, tampoco faltaron en esta jornada, misma donde se obtuvo un saldo blanco sin disturbios en el primer cuadro de la ciudad y teniendo cero accidentes con lesionados de gravedad.

Regresan extranjeros

Otro aspecto que llamó la atención fue la presencia de varias familias y grupos de jóvenes estadounidenses y canadienses, a quienes poco se les ha visto luego de que ya no atracan los cruceros por la pandemia del COVID-19.

“Decidimos salir de casa, queremos algo diferente, nuestras viviendas están en Chelem, pero Progreso siempre trae algo especial, antes de regresar a nuestros países no podemos perdernos la fiesta. Tenemos algo de miedo por esta enfermedad, pero pensamos que también tenemos convivencia cercana con la gente en el autobús o el mercado ¿Por qué no venir a la playa entonces?”, afirmó la joven Danica Granier, residente temporal que llegó desde Quebec.

SY