Pescadores del puerto tuvieron esta mañana un encontronazo en la zona de playón con auxiliares de la Dirección de Pesca, los hombres de mar manifiestan que se encuentran en medio de una serie de dudas que han surgido respecto a los trabajos que se están haciendo en el Malecón Tradicional, los quejosos argumentan que serán removidos junto con sus embarcaciones del lugar y darle prioridad a la construcción de atracciones turísticas.
Por fortuna, el incidente no pasó a mayores y solo quedó en acalorado intercambio de palabras y varias quejas de quienes buscan su sustento en altamar.
“No nos han dicho nada, solamente vienen a decirnos que pronto nos van a remover, sin explicación y sin argumentos, lo púnico que vemos es que están involucradas varias dependencias; por nuestra parte no queremos pelear con nadie, solo queremos que nos digan cual será la situación para quienes tenemos barcos en esta área”, exclamó Javier May.
En la zona mencionada, hay cerca de 50 lanchas, la mayoría solo opera en temporada de pulpo misma que está en veda en estos momentos; esto origina que solo el 75% se encuentren operando de manera cotidiana, gracias a las capturas alternativas de especies como la cojinuda o el huachinango.
Un caso similar, ocurrió hace un par de años con la rehabilitación del andador de madera e instalaciones cercanas al “muelle de chocolate”, en ese tiempo se mandaron a reubicar unas treinta lanchas, hoy en día, debido a que espacios como el carrusel y juegos infantiles no pueden utilizarse por la pandemia, los dueños de estas unidades de pesca han regresado a su antiguo lugar de atraco.
Dentro de las inmediaciones, se encuentra un grupo denominado “Comité del Playón, Orden y Vigilancia”, el cual es integrado por varios ribereños que dicen estar a favor de las mejores, ya que se menciona que las construcciones en puerta, serían para realizar un muelle que les permita a los hombres de mar, tener más seguridad para dejar sus barcos.
“Muchos colegas que solo trabajan de manera esporádica dejan hasta sus cosas ahí junto a sus lanchas, por eso también se da paso al robo, porque pasan los malandros y ven las jimbas, el cordel y demás artículos; nosotros no estamos en contra de nuevas iniciativas, si lo van a hacer adelante, solo que se nos otorgué un espacio para no tener que buscar otro espacio para poder trabajar, los puertos están llenos, no hay espacio para nosotros”, declaró José Alberto Acosta Azueta, quien acude a su oficio en altamar todos los días partiendo desde dicha zona.
Los quejosos, argumentaron una vez más que esperan en estos días, la cercanía de las direcciones pertinentes para explicarles la situación y de esa manera despejar incertidumbre en quienes operan en este sector del puerto.
LAF