Yucatán

Abuelita cumple 104 años en medio de la pandemia por COVID-19 en Mérida

Dolores Aurora comentó que lo mejor para cuidarse del coronavirus es prevenir y cuidarse
La procedente de Motul, dijo que ya ha sido inscrita para recibir la vacuna y sólo espera el aviso / África Sevilla

A sus 104 años, Dolores Aurora Alonzo y Ramírez mencionó que “nunca había vivido una pandemia como la del COVID-19; sin embargo, me siento muy tranquila y me mantengo en casa para cuidarme”. El pasado viernes cumplió años y en su casa se observan varios jarrones con flores, regalo que le enviaron sus familiares.

“Me siento muy tranquila, gracias a Dios; media malita de la edad porque todo se complica, pero estoy calmada”, dijo.

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Dolores afirmó que ha estado como todos, encerrada por obligación, ya que es lo mejor para prevenirse y cuidarse como sea posible.

“Nunca había visto ninguna epidemia así. Las únicas que venían en mi época llegaban cada seis o siete años. Eran por temporadas: el sarampión, viruela, escarlatina; pero no enfermedades graves. Era natural que les diera a los niños. Así como ésta, ninguna en los años que he vivido”, narró.

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Reconoció que no extraña mucho salir, pues casi no le gustaba, ya que toda su familia vive en su casa: “por ese lado estoy tranquila”. Sin embargo, recordó que en su juventud salía mucho a bailar y se divertía.

Tuvo cuatro hijos (dos niñas y dos niños); actualmente tiene nietos y bisnietos. Alegremente, contó que todos viven con ella.

Rememoró que, cuando era niña, vivía en casa de su hermano, quien fungió como su padre, ya que no tenía papá ni mamá y fue “en poder de él que crecimos y nos casamos”. Su infancia la disfrutó en Motul, en donde nació, pero aproximadamente a los 28 años vino a vivir a la ciudad de Mérida.

“Nos salimos de Motul y venimos a vivir acá porque ya estábamos creciendo y nos casamos. Cambiamos de vida porque aquí vivía mi hermano”.Su hija, Elmy Rodríguez, explicó que todos sus hijos y nietos acuden a su hogar para cuidar de ella. No obstante, debido a la pandemia, son conscientes de que Dolores es vulnerable ante el SARS-CoV-2, por lo que, si alguien llega a tener algún síntoma o sospecha de la enfermedad, se aísla.

“A mi hijo ya le dio COVID-19 el año pasado y se quedó en su casa”, dijo. Elmy Rodríguez, apuntó que en octubre su mamá estuvo ingresada por problemas en el estómago y ella, al ser enfermera, se quedó en la clínica cuidándola, pero cuando finalmente pudo salir, se resguardaron las dos juntas sin ver a nadie de la familia más que a través de las pantallas.

“Es la manera en que la hemos cuidado. Cuando hay sospecha de que alguien tuvo contacto de riesgo, no la vienen a ver”, comentó.

Cabe mencionar que Dolores Aurora, de 104 años, ya fue inscrita para recibir la vacuna contra el coronavirus, pero hasta ahora, continúan a la espera de la llamada que finalmente les dé aviso de que ya puede acudir a recibir el antídoto.

SY