Con motivo de la próxima apertura para la pesca del mero, el 1 de abril, decenas de pescadores se encuentran trabajando en la reparación y armado de sus respectivas embarcaciones; otros por su parte, continúan trayendo producto gracias a la llamada “pesca alternativa”, donde especies como el huachinango, la rubia o la cojinuda, son traídos por toneladas a los diferentes puntos de atraco de Progreso.
Luego de más de un año de no ver la luz por la pandemia, poco producto, ventas bajas en el comercio local y las constantes vedas, los trabajadores de altamar confían en que esta temporada por fin volverán a ver buenas ganancias.
Noticia destacada
Un día como hoy se publica el decreto de erección de la Ciudad y Puerto de Progreso
“Ya nos estamos preparando, llegamos desde las 6 de la mañana y nos vamos un poco entrado el Sol, este esfuerzo se hace con la esperanza de enderezar el rumbo económico para llevar buen sustento a la familia”, externo Christian de Jesús Barrientos Novelo.
Es precisamente en el “Esfuerzo Obrero”, barco del cual es tripulante el entrevistado, que se pueden ver las actividades a las que se dedican la mayoría de sus colegas, mismas que involucran el cargamento de marquetas de hielo, reparación de alijos, rehabilitación de cubierta, así como también cargamento de víveres y carnada.
Como se sabe, ahora el pescador porteño recibió el apoyo de “Bien Pesca” que da el Gobierno Federal; en otras fechas también concluyeron los cuatro pagos en forma de vales de “Respeto a la veda del mero”, la restricción de captura de esta especie culmina el primero de abril.
Por su parte, quienes se dedican a la pesca alternativa han notado cierta elevación de ganancia por el producto conseguido, con ello los hombres de mar aseguraron sentir “respiro” luego de las temporadas difíciles en que no se comercializaba el producto, esta alza argumentan que en parte se debe a la Cuaresma.
Ejemplo de lo anterior es el barco huachinanguero “María Elena”, el cual atracó ayer por la mañana en el puerto de abrigo con más de cuatro toneladas de esta especie.
“Nos fue bien, al menos salió para llevar dinero a la casa, ayudó también el tiempo que se ha portado algo inestable, al revolverse el mar se tiene un factor determinante para saber cuánto se obtiene, a nosotros nos fue bien a 130 millas de nuestro puerto de desembarco”, explicó uno de los marinos del “María Elena”.
SY