Desde hace 18 años, la siembra y venta de hortalizas ha sido un trabajo que realiza María Evangelina Itzá Mis, de 67 años de edad, para obtener un ingreso económico para el hogar.
La siembra de hortalizas en el patio de los hogares es una actividad que las familias de la comunidad solían realizar con frecuencia, pero con el paso de los años se ha ido perdiendo de forma considerable.
Actualmente, la sexagenaria platicó que ha sobrellevado la pandemia gracias a dicha labor que realiza desde el patio de su hogar, ubicado sobre la calle 29 entre 34 y 36, donde obtiene unos cuantos “pesitos”.
“Doña Ema”, como es conocida en la localidad, indicó que con la ayuda de su hijo, se ha dado a la tarea de adecuar un amplio huerto en el fondo de su patio, donde ha sembrado variedades de hortalizas que pone a la venta desde su hogar.
“Estuve vendiendo hamacas por 20 años y cuando lo dejé, ya me dediqué a esto. Aquí busco mi dinerito. El trabajo de la siembra de hortalizas es mucho; por la mañana y por la tarde siempre hay algo que hacer, pero me gusta”, precisó en lengua maya.
A casi dos décadas, la mujer sigue con el pequeño negocio por cuenta propia y sin el apoyo de algún programa social o gubernamental; “poco a poco he ido comprando mis herramientas de trabajo y hasta mis semillas, que por cierto están caras”.
Con el paso de los años, ha adquirido el conocimiento y la práctica para ir sembrando cada una de las variedades en un tiempo determinado, a fin de mantener la frescura de los productos y no registrar pérdidas.
SY