Una familia que vivía en la colonia Miraflores, fue desalojada de su vivienda, después de 47 años de residencia por cuatro elementos uniformados, un actuario y dos personas más, sin haberles presentado alguna notificación a los afectados.
Cerca de las 10:00 horas de ayer, el predio ubicado en la calle 14 número 152 y sin la presencia física del tutor, fue objeto de un abrupto desalojo de Fredy Rolando Cervera Jiménez, un actuario, en presencia del abogado de apellidos Escalante Castillo y cuatro elementos.
El padre de familia, Luis Armando Ávila Ortega, se presentó frente al Palacio de Gobierno, junto con dos camiones de mudanza en donde se encontraban sus pertenencias, para solicitar el apoyo de las autoridades locales, sin recibir respuesta favorable.
Durante los pocos minutos que se manifestó frente a las instalaciones, no recibió el trato digno que esperaba, más bien, la respuesta fue contraria a sus expectativas, porque varios elementos de seguridad, del área de Proximidad Social, actuaron en su contra.
Noticia destacada
Ejidatarios de Cinco Colonias se manifiestan en el Congreso contra invasores en Mérida
Los integrantes de la familia, dos varones menores de edad de 14 y 15 años, respectivamente, y una joven de 21 años que sufre incapacidad, fueron víctimas de un grupo de personas que hicieron efectivo un pagaré que se firmó hace diez años por la difunta madre del afectado, originalmente por la cantidad de 8 mil 500 pesos y que, posteriormente, fue alterado por 100 mil pesos, a decir del padre afectado.
La víctima señaló que hace cinco años buscó ayuda del Alcalde y en varias dependencias, pero no fue escuchado, levantó denuncias a las instancias correspondientes y tampoco logró apoyo.
“El agiotista Fredy Rolando pagó para que nada procediera en su contra, porque se quería adjudicar la casa que tiene un valor de un millón 200 mil pesos y ya lo logró. Ahorita a dónde voy a dormir, por eso vine aquí como protesta y ser escuchado, aquí me voy a quedar a dormir, porque no tengo a donde ir”, dijo.
Desconcertado, el padre de familia solicitaba una y otra vez el apoyo de la autoridad, sólo alrededor de él se encontraban tres patrullas de Seguridad Pública Municipal, incluso, este medio cuestionó al elemento de nombre Ricardo Burgos Ramírez y no hizo declaración.
Se le preguntó a qué lugar llevarían las pertenencias de la familia Ávila, enmudeció, apresuró el paso, subió a la camioneta oficial y partió sin rumbo conocido.
SY