El hecho de que el Coso Taurino Tradicional de Tizimín haya sido declarado Patrimonio Cultural Intangible, por el Honorable Congreso del Estado de Yucatán, representa un homenaje y un reconocimiento para el municipio y para los artistas que se encargan de la construcción de este coloso que año con año en cada Feria de Reyes cobra vida para proporcionar identidad a los habitantes.
Esto fue lo que externó el Historiador de la Ciudad, Luis Pérez Salazar, recordando que ese coloso es una joya y un atractivo artesanal que identifica a la ciudad durante la Feria de Reyes, que también es denominado como los tablados porque está construido con tablones de madera, revestidos por huanos que le imprimen un aroma sin igual y una verdadera lucidez a los ojos de los habitantes, también de los visitantes, que admiran la majestuosidad al concluir su construcción.
El historiador compartió que el coso consta de 61 palcos, es de tres niveles y puede resistir entre 4 mil 500 y 5 mil personas, diariamente, que acudirán a las corridas de los diputados de feria, a las charlotadas y a las corridas de postín.
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Expuso que los amarradores que lo construyen (tizimileños en los que confía cada palquero), asumen una gran responsabilidad tomando las medidas de seguridad necesarias para que esté firme y la gente no corra riesgo alguno cuando se encuentre en él.
Agregó que está construido con madera tropical del lugar, de la resistente como el yaax xuúl, kanasín k´anchunub, bob, subinché y sachuiché con postes de una altura entre 7.20 y 7.50 metros, mencionó que afortunadamente, por ser maderas abundantes y propias de la región, se autoreforestan por naturaleza; también señaló que esta plaza artesanal es la más grande del Sureste de Yucatán.
A la par, añadió que las escaleras de cada palco de manera uniforme se inclinan en el mismo sentido hacia el oriente y como cada año, el 30 de diciembre a las 12:00 horas, debe estar listo el coso para que en la madrugada se siembre en él el tradicional ceibo.
Mencionó que el día 31 de enero en él se lleva a cabo el tradicional Baxal Toro y se pone a prueba la estructura con el peso de los miles de ciudadanos que año con año asisten a este primer día que marca el inicio de las corridas de toros.
El diputado de feria de la novena corrida, Nicolás Kantún Sulub, también se sumó al júbilo de este logro, agradeciendo que se garantice que por siempre contarán los tizmileños con esta obra artesanal que los identifica de otras culturas; proveniente de una de las familias más antiguas de edificadores del coso, explicó que se amarran los palcos con el tradicional nudo del cruz ka´ash hecho con bejuco anicab, que conforme se va secando aprieta con mayor fuerza las maderas ofreciendo resistencia a los 61 palcos, 4 del municipio y 57 de palqueros, sin usar clavo alguno.
A su vez reveló algunos datos interesantes del coso artesanal, tales como su altura de 6.20 metros, pues un metro de la postería es el que se entierra, además de dar a conocer que cada palco tiene medidas exactas, cual trabajo de arquitectura, indicando que 1.95 metros mide el primer piso, el segundo 1.75 metros y el tercer nivel pach náh 1.65 metros; que el caballete lleva 2.30 metros de alto y que los únicos dos palcos grandes de 4 metros le corresponden al Ayuntamiento y uno pequeño de tres, mientras que el de los palqueros es de 3 por 3 metros de ancho y de tres por tres metros de largo, aunado a que la puerta de cada uno queda en el pie de la escalera; el segundo nivel en medio de ella y el último en la punta, por lo que expresó que quien realizó su diseño hace más de 150 años tuvo una verdadera mente brillante.
Expuso que quienes visiten el coso artesanal deben tener la plena confianza de que sería casi imposible que se viniera abajo, ya que por años nunca se ha desbaratado o caído, solamente se mueve una tabla o un puntal, pero no pasa a más porque constantemente es supervisado.
Narró que mucha gente antigua cuenta que se edificaba en el parque de la madre, para luego ser trasladado al Parque Juárez, hasta construirse en el sitio actual en la calle 44 entre 47 y 45. Entre sus anécdotas del recuerdo contó que hace como 45 años en el Parque Juárez se ladeó, porque el pavimento no se podía perforar y se le puso una viga abajo, además de recordar el histórico incendio que registró en el 2020 la madrugada del 10 de enero, aproximadamente a las 3:45 horas, después de hacer su recorrido de nona que le correspondía como Diputado, señalando que ese hecho consternó a la población, pero varios tizimileños, entre palqueros y diputados pusieron manos a la obra y en tiempo record lograron reconstruir los palcos que resultaron quemados para que al atardecer ya se pudiera desarrollar la corrida de toros.
Pese a estos sucesos, recalcó que nunca se han interrumpido los festejos taurinos tradicionales y que tampoco pasó por la mente de nadie que una pandemia pudiese romper su ciclo de vida, pues en el 2021 no se pudo edificar por motivo de la contingencia sanitaria.
Por esto y más, al ser declarado como Patrimonio Cultural Intangible para salvaguardar la técnica artesanal con la que se elabora esta monumental construcción, se garantiza que continúe reviviendo en cada Feria de Reyes como un verdadero ícono referencial del legado y herencia cultural que dejaron nuestros antepasados del municipio, que en la actualidad lo ponen en los ojos del mundo.