Guiar a una persona con discapacidad visual es la principal encomienda de estos perros que por su labor se hacen merecedores de privilegios o derechos que otros animales no gozan, como la aceptación obligatoria en el transporte público, centros comerciales u otros sitios en los que su dueño tenga que desenvolverse.
Sin embargo, ser dueño de un perro guía no es como ir al mercado de mascotas y comprarlo, pues su desempeño en la sociedad no tiene precio.
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Los perros guías suelen ser donados a través de asociaciones u organizaciones sin fines de lucro para ser colocados con personas con discapacidad visual, pero a pesar de que haya quienes donen a estos animales, es su entrenamiento lo que requiere una gran inversión en tiempo y dinero.
De acuerdo al yucateco, Sergio Arturo Duarte Mézquita, entrenador canino profesional, certificado, con más de 15 años de experiencia, es esa la razón por la que en Yucatán e incluso en todo el país hay carencia de estos animales, ya que dice, la gente no quiere pagar lo que cuesta, por lo que no es redituable.
“No suelo trabajar con perros guías porque no me es redituable. Una sesión te cuesta 250 pesos y se necesita trabajar a diario por 2 años y medio, es decir, la inversión es de 200 mil a 300 mil pesos solo el entrenamiento”, declaró Sergio Duarte.
Mencionó que otro factor importante es la selección del cachorro, ya que esta tiene que ser especial, es decir, ser un perro muy estable y con mucha seguridad. Arturo recalcó que entrenar perros guías no solo es una gran responsabilidad, sino que es muy “delicado”.
“Es un poco difícil porque el perro guía es una donación, no se vende, se dona. Hay gente que nos lo ha solicitado y cuando les damos costos si se les hace caro, es muy delicado de hacer, no cualquiera tiene la preparación, ya que es muy tardado”, recalca el experto en entrenamiento de canes.
También mencionó que se trata de animales que tampoco pueden darse en renta, ya que son entrenados específicamente para tener un solo dueño “la labor del trabajo es todo un reto, no solo se trata de hacer que se complemente con la persona con discapacidad visual, sino que el entrenamiento se hace en la calle, ya que hay que enseñarles a cruzar y a detenerse en el momento que tenga que hacerlo, entre otras cosas”, finalizó.
GCS