El puerto vio pasar una derrama de cerca de 15 millones de pesos durante lo que fue el fin de semana más importante de la Cuaresma, mismo que se vio opacado por el cierre del malecón y el Frente Frío No. 47; a lo largo de la jornada dominical apenas se tuvo una afluencia superior a los dos mil turistas.
La mayoría que disfrutó de la brisa y del clima soleado de la costa yucateca, eran residentes de casas veraniegas que llegaron desde el viernes en compañía de sus familias para vacacionar.
El panorama aseguraba una asistencia y ganancia superior a lo obtenido en los días del puente del mes pasado, donde se registró una asistencia de aproximadamente 50 mil bañistas, que asistieron a las playas del viernes al lunes y se obtuvo una derrama de unos 13 millones de pesos.
Ahora el panorama lució desalentador para los restaurantes y hoteles, que esperaban levantar vuelo luego de malas rachas por la pandemia y las consecuencias económicas que le trajo a la ciudadanía local y foránea.
“En dos días, si al caso me tocaron tres o cuatro mesas. Éste debió haber sido el fin de semana más lucrativo, donde realmente íbamos a tener nuestra revancha y fue todo lo contrario, no queda otra que aguantar el embate y seguirle”, declaró Miguel Aguillón del “Pulpo Loco”.
Sólo restaurantes con asistencia regular como “Eladios”, “Henequenes” y “Crabster”, vieron números que no dejaron desamparados a sus colaboradores; caso contrario a los puntos del centro del malecón al final, que incluso han estado alternando personal para no hacer despidos masivos, con esta medida, varios meseros sólo trabajan de tres a cuatro días por semana.
El sector artesano, ahora prefirió no aparecer en escena, apenas siete puestos de los más de 20 que se dedican a vender ropa o adornos hechos con productos del mar, estuvieron posicionados a los costados de la Dirección de Salud, sitio momentáneo tras la próxima apertura de la prolongación.
En lo que respecta a puntos como Chelem, Chuburná y Chicxulub, apenas se logró rebasar los dos mil asistentes, la mayoría como se dijo, eran residentes de hace mucho tiempo con casas de verano. La ocupación de los restaurantes fue de lo más beneficioso, ya que algunos establecimientos registraron hasta entradas del 70 por ciento, tomando en cuenta que sólo la mitad del mobiliario pudo ser instalado para que los comensales tomaran la respectiva sana distancia y estén seguros.
La actividad para el giro comercial de las comisarías fue mínimo, el mar presentaba olas peligrosas por la marejada del Frente Frío No. 47 y los bañistas optaban sólo por hacer algunas actividades en la arena sin meterse al mar.
SY