Destrucción completa de flora endémica, muerte de cientos de animales, apropiación de terrenos ejidales a costa de mentiras y sobornos a autoridades en turno para la autorización de proyectos que atentan contra el medio ambiente, son sólo algunos de los “cimientos” sobre los que fue erigido Xibalbá, el nuevo parque temático propiedad del Grupo Xcaret que se encuentra ubicado a 39 kilómetros del municipio de Valladolid.
Hace poco más de cinco años atrás, el Grupo Xcaret arribó a la comisaría vallisoletana de Yalcobá para apoderarse de más de 250 hectáreas de terrenos que originalmente le pertenecían a gente de esta comisaría y de la comunidad de Xtut, municipio de Temozón, con la única finalidad de construir lo que aseguraban sería el parque temático más grande de la región y que hoy se sabe, lleva el nombre de Xibalbá.
Los trabajadores del campo originarios de la comisaría vallisoletana de Yalcobá, quienes pidieron guardar el anonimato, manifestaron que en esa ocasión un grupo de personas se acercaron a ellos con intenciones de comprarles terrenos, diciéndoles que la tierra que tenían ya no producía y que sembrar maíz únicamente los iba a dejar sumidos más en la miseria.
“Los paleros que envió el grupo de Xcaret nos aseguraron que vendiendo los terrenos podríamos obtener el dinero necesario para montar algún negocio y la verdad en esa época la situación era igual de difícil que ahora”, señalaron.
Los entrevistados señalaron que, de manera un tanto extraña, los sujetos dijeron estar más interesados en comprarles a las personas cuyas propiedades tenían algún cenote en su interior.
Otro campesino que en su momento vendió sus tierras al Grupo Xcaret, explicó que, aprovechándose del hecho de que varios propietarios de terrenos eran personas humildes, los enviados de Miguel Quintana Pali les ofrecieron cantidades muy por debajo del precio “estándar” por metro cuadrado, pero que, al tratarse de enormes extensiones, la cantidad ofrecida se volvía interesante para los trabajadores del campo, al grado que al final acabaron vendiendo por 60 ó 70 mil pesos hasta 20 hectáreas de sus terrenos.
Poco tiempo después, y ya concretada la compra, los habitantes de la comunidad notaron que los terrenos en cuestión comenzaron a ser completamente deforestados y en su oportunidad externaron su preocupación por la notoria destrucción de la flora y fauna nativas y notando el descontento, directivos de Xcaret enviaron nuevamente a sus empleados para calmar a la población.
“Esa vez, cambiando el discurso y prometiendo miles de empleos directos, los cuales traerían múltiples beneficios que volverían a Yalcobá una comunidad próspera ante la próxima llegada del turismo, pues el sitio a construirse sería algo mejor que los parques temáticos de Disney en Estados Unidos y Europa”, recordaron.
Hoy, a varios años de distancia y luego del terrible ecocidio generado en las enormes extensiones de selva yucateca completamente devastadas y con el inminente riesgo en el sistema hidrológico de la región, a raíz de que los ingenieros contratados por el emporio de Quintana Pali quienes crearon ríos, lagos artificiales y todo tipo de canales en el subsuelo, los habitantes de Yalcobá ven con profunda pena cómo fueron engañados a causa de la ambición desmedida de empresarios que únicamente lucran con la cultura maya.
Agregaron que la “enorme creación de empleos” prometida se trató de una gran mentira, pues se tiene conocimiento que Xibalbá únicamente generará 150 empleos directos y otros 300 indirectos y la gran mayoría de los mismos ni siquiera beneficiará a habitantes de Yalcobá, motivo por el que, quienes dieron en su momento el visto bueno al proyecto, hoy se sienten burlados.
De buena fuente se sabe que el mega parque, que se encuentra entre la carretera Yalcobá-Xtuit y de cuyo entronque hay que recorrer unos ocho kilómetros en el cual el Grupo Xcaret construyó su propia carretera y ya delimitado como propiedad privada se ha constituido básicamente un circuito principal conformado por ocho cenotes entre abiertos y cerrados, y otros siete que sólo podrán atravesarse a través de canales por medio de un kayak.
Se asegura que este parque ni siquiera traerá el mínimo de la derrama económica que tanto se prometió a los habitantes de Yalcobá e Xtut, pues en las propias instalaciones del complejo se encontrará la llamada “aldea maya”, tiendas de artesanías y demás servicios, teniéndose al turismo cautivo, pues el mismo será traído a bordo de autobuses propiedad del Grupo Xcaret directamente desde la Riviera Maya.
Como si lo anterior no bastara, la voracidad de Xcaret también afectará en breve a decenas de hoteleros de la ciudad de Valladolid, pues con la inminente apertura del parque temático Xibalbá, cuya inauguración estaba prevista para diciembre de 2020 y pospuesta por tiempo indefinido ante la pandemia, la oferta de hospedaje del emporio incluirá tres nuevos hoteles tipo boutique con 33 habitaciones cada uno, a instalarse en la Sultana de Oriente.