La suspensión de la granja porcícola de Homún, no es únicamente un logro para los “Ka’ant Ts’onot” (Guardianes de los Cenotes), sino también para el pueblo maya y para el agua de Yucatán por lo que la lucha seguirá, señaló Clemente May Echeverría, secretario de esta agrupación.
Como se informó puntualmente, ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó, por unanimidad, que se mantenga la suspensión de la mega granja de cerdos de Productora Alimentaria Porcícola (PAPO).
Comentó, vía telefónica, que esto es parte del resultado de una lucha social de más de tres años. “Nos sentimos contentos que la Suprema Corte mantenga esta suspensión, ya que es un logro de todos”.
“No es sólo el modo de vida que estamos defendiendo, sino también el agua y el agua que no sólo es de Homún, es de Yucatán. Entonces, imagínate la importancia que tiene esta decisión, eso nos pone contentos”, sostuvo May Echeverría, quien agregó que los magistrados escucharon a los niños mayas.
Comentó que el pueblo de Homún no quiere la granja, que ya votaron para que no exista a través de una consulta pública, lo cual ha provocado felicidad en el pueblo. “Todos estamos contentos. ¿A quién no le gusta que le den un fallo a favor? Sobre todo, por la importancia que tiene el caso”.
Señaló que el fallo de la SCJN es un claro mensaje de que la niñez está por encima de intereses económicos. Como se recordará, la jueza de distrito Miriam de Jesús Cámara Patrón detuvo las operaciones de la granja desde 2018, luego de leer las cartas de seis niños y darles la razón porque el proyecto transgrede su derecho a un medioambiente sano.
El integrante de “Ka’ant Ts’onot” mencionó que, aunque saben que continuarán los juicios, la decisión de los magistrados de mantener cerrada la granja de cerdos es un logro. “Desde el día que dieron la suspensión definitiva, desde el día que sacaron los cerdos y hasta ahorita que la SCJN mantiene cerrada la granja, vemos que funciona la lucha”, dijo.
Agregó que esta pequeña, pero significativa victoria, los motiva a seguir defendiendo el agua, ya que, aunque ellos viven en Homún, saben que hay municipios donde el impacto de las granjas porcícolas genera daños ambientales que, pese a recibir fallos de suspensión, se desconoce si los cochinos de esas granjas fueron retirados de esos lugares.
La decisión del máximo tribunal permite proteger el derecho a la salud, al medioambiente y a una vida digna para las niñas y niños del pueblo maya de Homún y al mismo tiempo sienta las bases para la resolución final, la cual está por resolverse en el Juzgado Segundo de Distrito del Estado, según Indignación.
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JG