Las organizaciones civiles Indignación y Guardianes de los Cenotes advierten que la megagranja filial del grupo porcícola Kekén, ubicada en el municipio de Homún, produciría al mes dos millones de kilogramos de excremento de los cerdos si no hubieran logrado la suspensión de su actividad.
A través de un video, ambas asociaciones señalan que estos millones de desechos se irían al drenaje y por las características del suelo poroso de Yucatán se filtrarían al subsuelo contaminando el agua subterránea.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analizó ayer el caso de la megagranja porcina, dando su fallo a favor de los niños de Homún, quienes han pedido prevalezca su derecho a favor del medio ambiente y al agua; en esta animación alertan sobre la contaminación que implicaría permitir que vuelva a funcionar en Homún.
Los Guardianes de los Cenotes (Maya-esp) from Indignación DDHH on Vimeo.
A decir de Guardianes de los Cenotes, estas granjas son “zonas donde se pueden originar pandemias”, debido a las condiciones en las que operan y que por ello en 2017 se organizaron para oponerse a la granja y defender los cenotes y en 2018 un grupo de niños presentó una demanda para paralizar las actividades de la mega granja porcícola.
Entre las advertencias que hacen del riesgo que representa si se hubiera permitido reactivar su operación, aseveran que dañarían la naturaleza del lugar y a los más de 300 cenotes, pozos y cuevas.
“Además desplazaría a las más de 150 especies de aves y pondría en peligro a muchos mamíferos de la zona y dañaría un sinfín de peces y reptiles”, apuntan en la animación que compartieron en redes sociales y en la página web de la organización Indignación, la cual puede verse en español con subtítulos en inglés y en maya con subtítulos en español.
Ahí manifiestan también que la reserva de agua de la zona tiene la capacidad de proveer agua limpia a una zona metropolitana cuatro veces mayor al tamaño actual de Mérida, pero si hubiera permitido que la megagranja de la empresa Producción Alimentaria Porcícola conocida como PAPO retome actividades, el vital líquido se habría contaminado de manera irreversible.
De acuerdo con la documentación que han realizado estas organizaciones, la península de Yucatán es la de mayor crecimiento de granjas porcinas en nuestro país, y aunque representan crecimiento económico por la exportación de carne, alertan que en estas fábricas de cerdos se contamina el agua y el suelo con desechos orgánicos y varios antibióticos.
“Se engordan a los animales en instalaciones en condiciones insalubres y de mucho maltrato animal, además de que contaminan el agua con desechos”.
Por ello, confían que luego del fallo de la SCJN, a favor de la comunidad, la decisión se secunde en el Segundo Juzgado de Distrito, donde se desahoga el juicio y se cancele de manera definitiva la fábrica de cerdos para proteger la salud, el agua, los cenotes y la naturaleza.
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JG