Después de las lluvias de los últimos días y ante el inminente inicio de la temporada de precipitaciones en el Estado, pobladores de la comisaría de Xcunyá, al Norte de la ciudad, manifestaron estar temerosos de que se repitan las inundaciones que se presentaron en el 2020, pese a que han hecho algunas adecuaciones en los terrenos de sus casas.
José Alberto agregó que, pasadas las inundaciones como consecuencia de los ciclones del año pasado, algunas calles fueron repavimentadas, pero en algunas zonas el Ayuntamiento de Renán Barrera Concha se le olvidó destapar los pozos pluviales. “Sólo falta que abran los pozos que fueron tapados. Habían dicho que lo iban a abrir, pero hasta ahorita no lo han hecho”, mencionó.
“Aunque hagan pozos, de nada nos sirven, porque realmente es una cuestión del manto freático de Mérida. Es a la misma naturaleza a la que le tenemos miedo”, mencionó el hombre, cuyos electrodomésticos, como su refrigerador, está encima de dos torres de bloques de concreto, cuyo objetivo es que no se vean perjudicados si se presentan crecidas otra vez.
“Construyeron la carretera y taparon los desagües, entonces hay zonas que se van a inundar cuando las lluvias fuertes se presenten”, comentó Humberto, otro vecino que aseguró que, si esos pozos pluviales no son habilitados, pasará que varias zonas de esa comisaría se van a inundar cuando se presenten las tormentas en los próximos meses.
Agregó que muchas personas han utilizado escombros para levantar un poco el nivel de sus casas, como medida de prevención ante el temor de que haya anegaciones como las del año pasado. Asimismo, comentó que otro problema de la localidad es que la luz eléctrica falla constantemente, aún más durante la temporada de lluvias como la que se avecina.
Además, indicó que el municipio ha estado brindando material de construcción a ciertas personas para que puedan construir y evitar afectaciones, pero criticó que esa ayuda no llegue a todas las personas de la comisaría, sobre todo a aquellas que realmente lo necesitan, como es el caso de su padre, quien no cuenta con recursos para prepararse y enfrentar la época de fuertes aguaceros.
Don Máximo Couoh, quien también se vio afectado el año pasado por las lluvias, comentó que él y su familia tienen miedo de que le vuelva a entrar el agua a su casa, ya que su predio está 50 centímetros por debajo del nivel de la calle, lo que ha provocado que durante estos meses se haya preparado para la difícil temporada que esperan tener.
El poblador refirió que le ha metido escombro a su terreno para evitar que se le anegue la casa.
“Sí tenemos miedo de que se vaya a inundar, porque cuando ha habido inundaciones nosotros no podemos vivir acá”, comentó Mercedes Couoh, hija de don Máximo, quien recalcó que, aunque se han hecho varias adecuaciones a la vivienda no se les quita el temor.
Por otra parte, explicó que con las lluvias del jueves pasado, que consideraron las más fuertes hasta la fecha, el agua entró a su domicilio, por lo que estos últimos días han metido escombro afuera de su construcción, para evitar que el agua entre nuevamente. También, indicó que han previsto nivelar el suelo de la cocina, porque está 50 centímetros por debajo del nivel de la calle.
José Alberto Chalé, vecino de esa comunidad, quien el año pasado sufrió por las anegaciones que se presentaron, comentó que en su familia, la cual está integrada por nueve personas, existe el temor de que el agua entre a la casa y se vean afectados, sobre todo porque el problema radica en que el manto freático sigue a un nivel alto.
El entrevistado mencionó que, con los aguaceros de los últimos días, sí se han presentado anegaciones, pero el agua se ha ido a los pozos que se hicieron, luego de las inundaciones vividas el año anterior, aunque duda qué tanto ayudarán esas perforaciones para que se vaya toda el agua que se acumule durante las precipitaciones que se presentarán.
“De que tenemos miedo, sí tenemos, pero ya no es una cuestión del gobierno, sino es de la tierra porque el nivel del agua no ha bajado”, comentó el entrevistado, quien dijo que en su domicilio cuentan con un pozo de 21 metros de profundidad, pero se ve claramente el agua, lo que indica que el nivel del líquido supera los 15 metros.
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JG