Una asistencia de más de 6 mil bañistas se registró en la costa durante la jornada dominical según se indica en registro de la Policía Municipal, a pesar de la amenaza del “Cordonazo” donde familias locales y extranjeras acudieron al malecón de Progreso y puertos cercanos para disfrutar de las playas debido a las altas temperaturas.
Ayer no se tuvo el filtro sanitario por parte de la Policía Estatal a la entrada del puerto. Sin embargo, se concentraron elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y Policía Ecológica en el primer cuadro de la ciudad para exhortar a los visitantes el uso del cubrebocas.
Estas mismas medidas se salieron de control a pesar del esfuerzo de varios establecimientos de la Prolongación “Romeo Frías Bobadilla”, aún con las indicaciones de la Secretaría de Salud de que los restaurantes sólo pueden trabajar con menos del 70 por ciento de su aforo. Por esa razón, varios comensales eran vistos afuera de los comercios esperando mesa sin seguir los lineamientos para prevenir contagios.
Uno de los giros comerciales que registraron notable frecuencia de visita, fueron los cinco puntos de venta de cerveza de la calle 19, mismos que no pudieron evitar la aglomeración de clientes.
Mismo caso registraron puertos, como: Chicxulub, Chelem y Chuburná, donde desde el viernes se tuvo un ingreso de hasta 500 bañistas en cada punto, los cuales se concentraron en la playa y restaurantes.
En cuanto a los puestos de marquesitas, elotes y demás antojitos que se encuentran atrás de la estatua de Juan Miguel Castro, por lo menos cinco locatarios no usaron el cubrebocas y no mostraron su respectivo bote de gel para uso público.
“Sentimos que era necesario salir. Ya es casi un año de estar confinados. Esta semana nos enteramos que se abrieron más oportunidades para circular sin mayor problema con el semáforo amarillo. Eso le da mayor confianza a la familia para salir”, expresó Arturo Hurtado, de la comisaría de Flamboyanes, quien junto con su familia ocupó un lugar bajo el puente del Muelle Fiscal para consumir pescado frito y jugar en la arena.
Al preguntarle al entrevistado si no tenía temor por un contagio, contestó seguro: “que pase lo que Dios quiera”.
Adultos mayores, sin miedo al virus
Nuevamente se tuvo presencia de por lo menos 200 abuelitos en el Malecón, como el caso de Fernanda Montalvo, adulta mayor que ya recibió las dos vacunas a principios de mes y asegura que eso le inyectó ánimo para acudir a la playa.
“Me siento más segura de venir, aunque claro, tampoco nos olvidamos del uso del cubrebocas y todo lo que el Gobierno pide. Hay que aprender a vivir con este virus, no queda de otra”, argumentó la octogenaria mientras caminaba sostenida del brazo de sus familiares.
Debido al tránsito de familias que preferían recorrer dicho punto en automóvil, se registró también un severo embotellamiento vehicular entre las 14:00 y 15:00 horas, horario donde el lleno fue mayor; de igual forma, se tuvo una ocupación del 100 por ciento en los cajones de estacionamiento, razón por la que era usual ver autos aparcados en línea amarilla.
Cabe mencionar que para este fin de semana se tenía pronosticado mal tiempo con la presunta llegada del fenómeno meteorológico mejor conocido como “Cordonazo”, aunque esto no ocurrió en Progreso, ya que se registró una temperatura el día de ayer de 43 grados con una sensación térmica de 48.
Por su parte, a los comerciantes ambulantes se les veían circulando a paso veloz de lado a lado de la Prolongación “Romeo Frías Bobadilla”, Marco Chi, expresó que días como estos no se repiten por la pandemia, por lo que trajo incluso a dos de sus hijos a vender artesanías hechas con productos del mar.
“Cuando nos empieza a ir bien nos cierran nuestro lugar de trabajo o viene alguna restricción que nos hace retroceder cuando ganamos bien. Mejor aprovechamos y ahorramos, quien sabe cuánto nos dure el gusto”, dijo.
Supera expectativa
Ernesto Mena, mesero desde hace tres meses, confiesa que sus expectativas eran bajas, pero conforme a la marcha, aprendió de sus colegas para poder laborar como “extra”, mientras desarrolla su trabajo en las mesas. Por ello asegura que tan sólo el domingo juntó un sueldo arriba de los 2 mil pesos gracias a las propinas.
“Sabía que las cosas no estaban bien en el Malecón. Desgraciadamente fui despedido de la congeladora donde yo estaba. Me dieron oportunidad en el ámbito turístico y divido mi tiempo entre ser mesero y acomodar autos. Sólo hoy la gente me dejó buena propina, ya que entre semana el ingreso es bajo”, explicó.
Durante el fin de semana, la afluencia total fue de cerca de 12 mil personas en toda la costa.
En cuanto a las medidas de seguridad, el Departamento de Seguridad Pública y Tránsito, se colocaron retenes de alcoholímetro a la salida del puerto y en el libramiento del puerto de Chelem.
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JG