Los cerdos que crían en las granjas industriales no sólo sufren hacinamiento y suciedad, viven bajo un estrés constante porque los meten a jaulas en posiciones en las que no se pueden mover, los castran sin anestesia, les cortan las orejas y los golpean cuando los vacunan, reveló una investigación de la organización Mercy for Animals.
La abogada de dicha asociación civil, Fabiola Balmori, explicó que un equipo de investigadores logró documentar el maltrato animal que sufren los cerdos en seis granjas industriales en México, de las cuales algunas están en Yucatán.
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A pesar de que la mayoría de la gente que consume carne de cerdo cree que estos animales se encuentran en granjas en las que pueden vivir al aire libre y que parecen una familia, la especialista en bienestar animal apuntó que la realidad es más cruel de lo que podría imaginarse, pues los someten a un estrés continuo, porque el objetivo es aumentar la producción de carne sin importar las condiciones en las que se encuentren.
“La mayoría de la población considera que se explota a los animales al aire libre, pero no es el caso. Son sistemas de producción intensivos, en los cuales son operaciones industrializadas, donde prácticamente es imposible garantizar mínimos estándares de bienestar animal y donde sufren terriblemente a costa del hambre que tenemos por la carne”, aseveró Balmori.
Durante su participación en el Seminario Internacional “La Resistencia a las Fábrica de Cerdos”, la especialista en derecho animal detalló que en estas granjas se les restringe la libertad de movimiento, sobre todo a las hembras que, están gestando, pues el equipo de investigación logró documentar que las meten a jaulas en las que durante las 16 semanas de su embarazo, se quedan encerradas para que no coman de más y no haya riesgo de que pierdan a los bebés.
“Las operaciones industrializadas y las jaulas de gestación son espantosas, las 16 semanas de cada embarazo, las hembras se encuentran en ellas, donde sólo pueden recostarse de cúbito lateral, no les permiten libertad de movimiento y una de las razones es para evitar que haya mayor ingesta de alimentos”, explicó.
Un fundamento falso
“La realidad de los cerdos” señala que esta situación propicia que las hembras vivan en condiciones de estrés porque muerden las jaulas, se encuentran aburridas y no cuentan con un bienestar para tener a sus crías, pues no existe el espacio mínimo que sugiere el“Manual de Buenas Prácticas Agropecuarias” del país.
Pero además de la inmovilidad en la que se encuentran durante los cuatro meses de gestación, Fabiola Balmori relató que, cuando están a punto de dar a luz, son trasladadas a jaulas de maternidad, en las que prácticamente tienen el mismo espacio y sólo se agrega un lugar para que los lechoncitos tengan lugar para la lactancia.
“La industria porcina argumenta que se utilizan este tipo de jaulas de maternidad, para que la madre no aplaste a sus animales, pero resulta que este fundamento es falso, porque si no estuvieran en esos espacios tan restringidos, esto no se daría, pues conforme más nos alejamos de la naturaleza de los animales, encontramos soluciones alejadas de lo que ellos harían en su hábitat natural”, afirmó la abogada de la organización internacional que también ha revelado maltrato animal en granjas porcinas de Estados Unidos.
Otra de las prácticas que expuso la especialista es que llevan a cabo mutilaciones dolorosas, pues a la semana de haber nacido, se les somete a una castración sin anestésicos y también les cortan las orejas y la colita sin ningún cuidado.
“Derivado de esto, tienen problemas de estrés, problemas de comportamiento, otros mueren por infecciones y esto provoca que en general el estrés de los animales sea bastante grande, lo cual denota que no hay bienestar animal en estas granjas”.
Aunado a estas acciones, Balmori añadió que en estas granjas los cerdos sufren abuso, pues los empleados tienen la instrucción de vacunarlos o revisarlos y para lograr las metas que les imponen, los trabajadores terminan golpeando a los animales y aventándolos como si fueran desperdicios.
Ante el maltrato animal que documentaron en esas granjas porcícolas, la organización internacional buscará que los empresarios de esta industria en México opten por eliminar de manera voluntaria las jaulas de gestación, así como las mutilaciones dolorosas.
La abogada de la asociación resaltó que en países de la Unión Europea ya fueron prohibidas, mientras que en Suecia, Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia ya iniciaron la eliminación voluntaria de estas jaulas para empezarse a alinear a las cinco libertades del bienestar animal que establece la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y que consisten en: libre de hambre, sed y desnutrición, libre de miedos y angustia, libre de incomodidades físicas o térmicas, libre de dolor, lesiones o enfermedades, y libre de manifestar un comportamiento natural.
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GH