A poco más de una semana de permanecer cerrada la zona arqueológica de Uxmal a causa de dos casos positivos de COVID-19 entre los prestadores de servicios, se informó que de nuevo abrió sus puertas para los visitantes.
En días pasados, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que Uxmal permanecería cerrada al público a partir del sábado 5 de junio y hasta nuevo aviso.
El INAH dio a conocer la reapertura al público estableciendo horarios y días: de lunes a domingo, de 8:00 a 17:00 horas, con último acceso a las 16:00 horas.
Asimismo, para un mejor control y seguridad de los paseantes, se permitirá un aforo máximo de 500 personas de manera simultánea. No obstante, el espectáculo de luz y sonido hasta el momento continúa suspendido.
El secretario general de los trabajadores del INAH en la Entidad, Daniel Enrique Vega Cepeda, señaló que “la situación de contagio fue controlada inmediatamente al identificar los factores de los brotes, lo que evitó mayores complicaciones y una pronta apertura”; comentó que, al estar cerrada la zona, se afecta a los prestadores de servicios como guías y artesanos, que han sido golpeados en su economía desde el inicio de la pandemia.
Agregó que todo el lugar fue sanitizado y aumentaron los protocolos a fin de prevenir más contagios que obliguen a un nuevo cierre del lugar.
En cuanto a las visitas, comentó que la afluencia ha estado muy baja, que no ha llegado ni a los mil visitantes, pues el clima lluvioso de los últimos días ha repercutido.
Personal de la zona indicó que, entre los protocolos, estarán firmes que el visitante deberá portar cubrebocas desde su llegada, al ingresar se hará la toma de temperatura corporal y aplicación de gel antibacterial. De igual manera, se les instará a guardar la sana distancia de al menos 1.5 metros, no se permitirá introducir bultos, sombrillas, alimentos, mascotas, hieleras, entre otras cosas, informaron.
También señalaron que, en caso de que alguna persona presente síntomas de contagio, se le canalizará en un hospital, ya que en el lugar se cuenta con una ambulancia y paramédicos.
De igual forma, hicieron una invitación a los visitantes para respetar las indicaciones del personal y las áreas restringidas al acceso público, las cuales no reúnen las condiciones para guardar la sana distancia; así como para cuidar de su salud mediante el uso de los implementos de protección personal, y abstenerse de asistir si presenta algún síntoma o malestar.
En cuanto a los prestadores de servicios, el guía de turistas G.E. comentó que, desde el inicio de esta pandemia, le ha ido muy mal, pues en ocasiones no sale para la comida, pues él y sus compañeros del ramo sólo ganan si trabajan y si acuden los turistas.
“El gobierno nos permite trabajar a través de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) y con anuencia del INAH, pero desde que inició la pandemia, la titular Michelle Fridman Hirsch no se ha acercado a preguntar qué necesidades tenemos, nos han dejado de la mano de Dios”.
Agregó que son 15 guías los que trabajan en el lugar y tienen de entre 30 y 32 años de edad. Indicó que en los seis meses que estuvo cerrada la zona a causa de la pandemia, sólo se apoyaron con el recurso que entregó en una sola ocasión el Gobierno del Estado; ahora, en los días de suspensión, nadie les ayudó.
G.E. señaló que su única esperanza es que repunten las visitas al lugar para poder mejorar su economía y la de su familia.
En cuanto a las artesanas del parador turístico, sólo se encontraba Alma Orozco, de la población de Muna, quien señaló que sus ventas no han mejorado desde el inicio de la enfermedad, pues a veces no sale ni para la comida.
Agradeció que, por la contingencia, les fue condonado el pago del lugar que ocupan, pero dijo que de todas maneras no tienen ventas ni apoyos para continuar con esta labor de rescate cultural con sus artesanías.