El registro de su proyecto para competir en la Olimpiada Internacional de Proyectos de Ciencia 2021 tenía el folio tres mil 27, la competencia no sería fácil porque sólo elegirían a los mejores 30 trabajos. Luna Danaé Euan Chab y Farid Rodrigo Gómez Villegas no tenían muchas esperanzas, pues sólo el 1 por ciento de todos los que apuntaron sus proyectos podrían ser los finalistas para esta competencia efectuada en Turquía.
El equipo integrado por los dos estudiantes de Yucatán presentó un protocolo para la propagación y conservación de la especie Beaucarnea plibilis, mejor conocida como “Pata de elefante o despeinada”, una planta endémica del estado, pero que se encuentra amenazada, según lo señala la NOM-059-SEMARNAT-2010.
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“Yo pensé que no seríamos elegidos, porque fueron demasiados proyectos, pero fue un gran logro, es algo que ni imaginé. Algo que empezó como un curso, pero que trascendió a nivel internacional”, comentó Farid Gómez.
Para Luna fue una gran recompensa a la exigencia que se impuso ella misma, porque no dejó de trabajar y se dio cuenta que para lograr lo que se propone también se requiere disciplina.
“Es un gran logro, fue inesperado, pero me sirvió como experiencia y una forma de motivación para interesarme en la ciencia. Este proyecto implica aportar un granito de arena para esta planta y para Yucatán y el maestro ha sido muy paciente en guiarnos y llevarnos en este proyecto”, destacó la estudiante de tan sólo 16 años de edad.
Aunque por primera vez la competencia fue virtual, los estudiantes, asesorados por el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), coincidieron que esta modalidad de la Olimpiada Internacional no afectó su participación, pues los especialistas los escucharon y evaluaron la presentación que hicieron en inglés el pasado 1 de mayo.
No obstante, ambos niños lamentaron no haber viajado para presentar su proyecto en una sede oficial de la competencia, donde iban a tener la oportunidad de conocer a otros adolescentes que desarrollaron trabajos científicos enfocados a mejorar el medio ambiente.
La niña de tan sólo 16 años de edad resaltó que este proyecto ha sido muy bueno porque le ha servido para exigirse más y saber que esto sí funciona.
“El autoexigirme ha sido bueno para mí, el pedirme más para dar un mejor resultado. Siento que me vuelve un poquito más disciplinada y que puedo hacer más cosas si soy disciplinada”, consideró.
En entrevista con PORESTO!, los menores de edad contaron que sus familias fueron los motores para dedicar mayor esfuerzo en este proyecto del CICY.
“Mi mamá me ha motivado porque me autoexijo y me estreso bastante y me desanimaba, pero mis papás siempre me han alentado, mi mamá fue un gran apoyo porque siempre tenía las palabras correctas igual que mi papá”, relató Luna Danaé a esta casa editorial.
En tanto que Farid contó que toda su familia también lo apoyaron y celebraron con él el logro internacional que obtuvo junto con Luna.
“Ha sido mucho aprendizaje, muchas experiencias, ha sido algo nuevo que lo veo como un gran logro y un proceso de adaptación porque se realizó de manera virtual y tuvimos que adaptarnos para hacerlo de esta manera, además de presentarlo en inglés”, destacó.
El resultado fue publicado en Internet
Los adolescentes yucatecos comentaron que el resultado de los ganadores se dio a conocer en la página de la Olimpiada Internacional de Proyectos de Ciencia 2021“y fue muy bonito ver el nombre del proyecto entre los mencionados”, dijo Luna Danaé.
Los jueces que llevaron a cabo la evaluación son doctores especialistas en el área de investigación de las universidades de Turquía, quienes eligieron a los tres primeros lugares y menciones honoríficas de los 30 mejores proyectos que presentaron niños de todo el mundo.
El resultado se publicó en la página oficial del concurso, donde finalmente Luna y Farid vieron el nombre de su proyecto y aunque no lo podían creer, hoy consideran que el esfuerzo, la paciencia y la disciplina son necesarios para lograr lo que se proponen.
A pesar de que ninguno de los dos niños tiene definida la carrera profesional que elegirán en un futuro, están convencidos de que si se aplican y no se desaniman en lo que hagan van a tener otros premios a lo largo de su vida académica.
Su proyecto fue asesorado por Miguel Ángel Herrera Alamillo, Leticia Peraza Echeverría e Ileana Borges, técnicos de investigación de la Unidad de Biotecnología del CICY y, a su vez, fue parte de los proyectos participantes del programa de fortalecimiento a las vocaciones científicas Talento CICY, impulsado desde hace ya casi una década por este centro.
El equipo de Luna y Farid, obtuvo su acreditación a este concurso internacional luego de haber participado en Expociencias Yucatán 2020 (obteniendo Primer lugar en la categoría Pandilla científica juvenil) y en Expociencias Nacional 2021, realizada en Sonora.