La tarde de este domingo un grupo de manifestantes encapuchadas acudieron a la Plaza Grande del Centro de Mérida, para exigir la destitución del director del Centro de Rehabilitación Vida Yucatán, Marco Antonio Rosales Guzmán, a quien señalaron de “violador, misógino, asesino y pederasta”.
Sin brindar la identidades, señaló que el primer caso del cual recibieron denuncias que señalan a Rosales Guzmán, se trató del de una mujer que en 2015 “cayó en manos de este violador” por problemas de adicción. Sin embargo, lejos de ser cuidada por el personal del centro de rehabilitación, fue violada al interior de sus instalaciones ubicadas en la colonia Juan Pablo II, al Poniente de Mérida.
Frente a la fachada del Palacio de Gobierno, agregó que un segundo caso sucedió “hace mucho tiempo igual”, en donde otra mujer fue abusada sexualmente por Rosales Guzmán, pero a pesar de realizar la denuncia pública nadie la respaldó y el caso acabó en un suicidio.
Finalmente, recordó el caso de Erick Jesús Quintal Manzanero, quien perdió la vida el pasado 17 de mayo presuntamente dentro del anexo.
Sobre este caso, los padres del joven argumentaron que el cuerpo de su hijo mostraba señales de tortura, además de que los responsables de la institución de salud no dieron aviso del deceso a las autoridades.
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“Le ingresaron dosis altas de diazepam, al grado de que perdió la vida, entonces, a este hombre no le importa si eres hombre o mujer, al igual te mata y si quiere, también te viola”, expresó la mujer manifestante, quién aprovechó también para recordar a víctimas de feminicidio en Yucatán, como Fernanda, Norma, Erica y María.
aarl