El puerto de Progreso, considerado como el más importante del Sureste del país, cumple hoy 150 años de su fundación por el político campechano Juan Miguel Castro Martín, aunque sus primeros pobladores llegaron a estas tierras desde años atrás; hoy en día este municipio cuenta con infraestructura de primer nivel, aparte de gozar de las ganancias económicas que le han proporcionado la pesca y el turismo, indicó Alberto Euán Kantún, autor del libro “Historia novelesca de la fundación del puerto de Progreso”.
En este 2021 siguen de pie varios inmuebles que han forjado la historia de la ciudad desde sus inicios, como el Muelle de Altura, el faro, la Casa de la Cultura, el Palacio de Gobierno y su malecón.
Es de resaltar también que una segunda fecha que marcó el inicio del puerto, fue el 23 de marzo, cuando se conmemora el decreto de su fundación, esto luego de que Juan Miguel Castro fundó la ciudad, el primero de julio y envió la documentación necesaria al entonces presidente José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos, quien finalmente, el 25 de febrero, envió un escrito al gobernador de Yucatán, Santiago Méndez Ibarra, responsiva que recibió el 20 de marzo y tres días después se dio a conocer ante la población.
Este municipio, cuya extensión es de 270.10 Km2, cuenta con cabecera municipal y las comisarías San Ignacio, Fraccionamiento Flamboyanes, Ejido Paraíso, así como también los puertos de Chelem y Chuburná.
Primeros pobladores
Hoy en día se contabilizan más de 40 mil ciudadanos entre progreseños y la comunidad extranjera, quienes ocupan mayormente como zonas residenciales a Chelem y Chuburná; sin embargo sus primeros pobladores aparecieron en el año 1835, en una época cuando varios habitantes de Sisal y Telchac emprendieron la búsqueda de tierras que les permitieran buscar sustento y no morir ante la hambruna que se tenía por falta de producción en sus lugares de origen.
Los nómadas, según relata la historia, partieron de las localidades mencionadas luego de un golpe de hambruna que existía en varias partes del Estado a causa de la sequía y falta de productos del mar como la langosta; cerca de treinta pobladores de varios puertos cercanos optaron por evadir vigías que estaban en Chicxulub por la constante visita de piratas que llegaban a saquear esos poblados.
Cabe mencionar que en varias zonas existían ojos de agua dulce, dos de los pocos que en la actualidad sobreviven están en las reservas naturales “El Corchito” y “La Ría”. A pocos días de haberse asentado se fundó el rancho “Yaxactún”, en honor al agua que parecía brotar de las piedras de varias zonas llenas de naturaleza que tenía Progreso.
Las primeras casas fueron improvisadas con palmas de huano, mangles y palma de coco, la flora y fauna era otra de las fortalezas con las que se contaba; los primeros “inquilinos” cocinaban el pescado que recolectaban por las manchas salineras que encontraron, ahí se conservaba para cocinarse después. Para sobrevivir, la pesca y el comercio fueron las principales actividades, pues salían a los poblados cercanos a vender artesanías hechas con conchas o carapacho de tortuga, productos de coco y, claro, varios productos del mar.
Posteriormente llegó Juan Miguel Castro, luego de un viaje en canoa que emprendió a través de puertos como Sisal; cuenta la historia que a su llegada, se encontró con los pobladores del rancho “Yaxactún” y empezaría a partir de ese episodio la fundación ya mencionada.
Comienzan las primeras edificaciones
A partir de ahí empezó una larga trayectoria en busca de la modernización para mejorar las vías para exportar materiales, parte de esa infraestructura fue la carretera del puerto de Progreso hacia la ciudad de Mérida, la cual se inició en 1853 en forma de terracería; por otra parte, en 1857 quedó concluido el puente de madera que cruza la ciénega para llegar a Progreso, éste fue obra del ingeniero Santiago Méndez. La fecha exacta de la ceremonia en la que se puso la primera piedra de la carretera fue el 5 de julio de 1919, inaugurándose el 1 de febrero de 1929, después de 9 años, 6 meses y 26 días.
En el caso del faro, mismo que otorga luz de esperanza para los hombres de mar, hay que situarnos en el año 1889, en que Francisco D. Palacios, inspector de faros, le propuso a la Secretaría de Fomento que se erigiera una señal en Progreso, debido a que sin descanso llegaba gran cantidad de embarcaciones.
El primer fanal se construyó sobre una casa de madera, en la azotea de la antigua aduana (hoy Casa de la Cultura); aunque el 5 de mayo de 1892 se inició la construcción del faro a cargo del ingeniero John W. Gleen y su hijo John Percy Gleen, siendo el contratista Josué P. Larrondo; luego de esperar más de un año, se cortó el listón en 1893, a cargo del exgobernador del Estado, el General Daniel Traconis y el alcalde José Gabriel Escalante.
Finalmente, el malecón, que ha pasado por varias etapas, tuvo su inicio el primero de febrero de 1929 con un evento que presidió el Gobernador Álvaro Torres Díaz, en el cual también se dio a conocer que finalizaban los trabajos de la avenida “Álvaro Obregón” y “Benito Juárez García”, ambas zonas ahora en el olvido, así como el también inaugurado aquel día, parque infantil “Álvaro Torres”, el cual se ubicaba entre las calles 16, 19 y 24.
La prolongación que hoy lleva el nombre de “Romeo Frías Bobadilla” empezó a cimentarse en 1963, de la calle 26 hasta la 30, punto donde se construyó una glorieta para instalar la estatua de Juan Miguel Castro, la cual es inamovible hasta el día de hoy.
La última modificación se estrenará precisamente a finales de julio de este año, cuando el Gobierno Estatal, a cargo de Mauricio Vila Dosal, corte el listón al primer tramo del malecón, el cual, como dato curioso, sería el último, debido a que hace una década los sentidos de tránsito eran opuestos a como hoy se conocen.
Dentro de esta zona, resalta la ubicación de la “Casa del Pastel”, cuya inauguración se llevó a cabo a finales de los años 40; este edificio que atrapa las miradas de turistas y progreseños, muestra elementos ornamentales mezclados con una arquitectura orgánica.
En su interior se cuenta con cuatro recámaras, un mirador, cochera, entre otras habitaciones, y tiene infinidad de acabados, tales como pequeñas estrellas, olas, anclas, rosas de los vientos, caballitos de mar, palmeras, peces, gaviotas y más, en ventanas, puertas, barandales y demás detalles alusivos al mar.
Su arquitecto fue Víctor Suárez, quien nunca la habitó, para posteriormente ser adquirida por el señor Gustavo Reyes Domínguez junto con su esposa, Concepción Bolio Ontiveros. Al fallecimiento del propietario, ésta fue heredada por su hijo, Gustavo Reyes Bolio; la residencia finalmente llegó a Gustavo Reyes Ponce, de quien se sabe uno de sus nietos tuvo la iniciativa de remodelarla.
La “Casa del Pastel” comenzó a ser remodelada hace un par de años luego de mucho tiempo en abandono, fue en 2016 cuando se comenzaron los trabajos, sin embargo se abandonaron y se retomaron en 2019. Para 2020 se pausaron por la pandemia y con las lluvias, tormentas y huracanes como “Cristóbal”, “Gamma” y “Zeta” la icónica casa presentó deterioro nuevamente, sin embargo recientemente trabajadores han retomado las labores de remozamiento, manteniendo el 90% de la arquitectura original y estos trabajos avanzan a buena marcha, según platicó Carlos Albor Martínez, encargado de mantenimiento de la “Casa del Pastel”.
Tal como ocurre con casonas como las de este tipo, han existido varias leyendas urbanas, una de ellas es que perteneció a Pedro Infante y que en sus inmediaciones rondan fantasmas de sus primeros dueños, estos dichos han sido desmentidos en diferentes ocasiones.
Ayuntamiento de Progreso
En total, han existido 101 presidentes municipales, siendo el primero, Alejandro Barrera durante el período 1875-1877; según dictan documentos oficiales, el H. Ayuntamiento fue creado el día 8 de enero de 1875 por mandato del Gobierno del Estado; y quedó integrado también por el síndico procurador Braulio G. Cantón. En el cargo de regidores los ciudadanos: Regino Morales, Buenaventura López, Santiago Medina y José E. Piña.
Dicho cabildo fue instalado el 15 de febrero de 1875 y despachó en el hogar del alcalde Alejandro Barrera, porque aún no se contaba con edificio alguno, ya que la primera piedra del Palacio fue puesta el 1 de julio de 1875 por el regidor Regino Morales.
Muelle Fiscal
La historia de esta edificación data del año 1846, fecha cuando se solicitó al Supremo Gobierno de la Nación, por medio de un memorial, la autorización para fundar un muelle utilizando los planos del arquitecto Olegario Cantón.
La solicitud la efectuaron Benito Aznar, Juan Urcelay, José Escalante, y Juan Miguel Castro, siendo el 14 de octubre de 1868 la fecha en que se autorizó la elaboración; esta obra fue levantada por el ingeniero R.S. Stephens, terminándose el primer muelle en el año 1872 pero en forma rústica, para 1892 Progreso ya contaba con tres muelles de madera: el Fiscal, el Roger y el Cantón.
Durante los años 20s, con el fin de modernizar la zona, se pidió, mediante oficio y recolección de firmas, la construcción del muelle nuevo o de material que debía sustituir a los de madera, ante ello, apareció en escena el entonces presidente, General Lázaro Cárdenas, para dar el sí e iniciar los cimientos del muelle de concreto a cargo de la empresa danesa “Christian and Nielsen”.
La inauguración corrió a cargo de presidente municipal de esa época, Javier Arjona Palma, para entrar en servicio sólo dos días después, con la llegada del buque de vapor nacional “Emancipación”, hecho que contó con la participación del Contraalmirante Luis Shaulffberger, entonces subsecretario de Marina y José González Beytia, gobernador del Estado.
A través del tiempo se hicieron diversas adecuaciones, una de las más importantes ocurrió en 2014, cuando se construyó un viaducto paralelo de servicio, de 2.5 kilómetros, para mejorar las labores que ahí se realizan.
En total, el muelle de Progreso consta de 6.5 kilómetros y es considerado como el más largo del mundo; durante años ha sido admirado por miles de turistas y ha sido objetivo de estudio por parte de eruditos de la mano de obra.
Dentro de la construcción se han tenido pocas renovaciones, aunque la última ocurrió en los primeros días de enero de este año, cuando se anunció que se instalarán tres ductos de 14 y 16 pulgadas para erradicar lo instalado en la década de los ochentas para descargar el combustible de los barcos petroleros; con el paso se detectó que ahora apenas se puede operar menos de un 30 por ciento por el tiempo que ha pasado desde el estreno de las tuberías.
Casa de la Cultura
La Casa de la Cultura también cuenta con gran historia, misma que arroja que los planos de este edificio, que fue la Aduana, primeramente fueron elaborados por el ingeniero Olegario Cantón y erigido por el arquitecto Fermín Domingo y Antonio Cupul, la primera piedra del edificio fue colocada por Juan Miguel Castro el 16 de septiembre de 1870 en el ángulo S.E., y fue abierto el 1 de julio de 1871. En el mes de mayo de 1902 José P. Larrondo llevó a cabo una remodelación de este edificio para tomar parte de la forma que hoy en día presenta.
Después de esa fecha, el inmueble alojó a la Junta Federal de Mejoras; durante las décadas de los ochentas y noventas, el lugar, cuya superficie es de 800 metros cuadrados, fue utilizado como depósito de vehículos.
Gracias a las gestiones de artistas locales y grupos culturales de la época, el 13 de abril de 1995, empezó a funcionar el recinto como Casa de la Cultura, esto se realizó durante la gestión del exalcalde Luis Sierra Pérez.
Desde entonces se han llevado a cabo un sinfín de eventos de todo tipo, los cuales en su mayoría resaltaron el talento local; durante las administraciones municipales también se han visto resultados por medio de los talleres que se imparten.
La última modificación se inauguró en el año 2020 con el Gobierno Estatal que encabeza Mauricio Vila Dosal. De esta forma, el edificio ahora tiene diversas mejoras que no cambiaron su estructura original, pero cuenta con el “Paseo de Arte, Cultura y Educación”, explanada con área didáctica y centro de exposiciones de primer nivel, por mencionar algunas instalaciones.
“San Telmo” venerado por progreseños católicos
Una de las fiestas más características del puerto recae en la serie de gremios en honor a San Pedro González Telmo, santo patrono de los pescadores, esta fiesta desde el año 2020 no se realiza por la actual pandemia del COVID-19.
Sus orígenes se remontan al verano de 1871, cuando se organizó una junta presidida por Felipe Molina, que tenía como invitado distinguido a José María Castro Lara, hijo del fundador del puerto, Juan Miguel Castro, en la citada asamblea se discutió la idea de proponer la primera iglesia para Progreso y se designó a José María Ponce como el responsable de recibir todos los donativos de la comunidad.
Dos años más tarde, el Arzobispo Leandro Rodríguez de la Gala y Enríquez, nombró a los demás componentes de la Junta de la Primera Edificación Católica en el puerto, quedando José María Castro Lara como presidente, el secretario fue Manuel Nicolín Echánove, el tesorero José Mario Ponce, así como varios vocales, Manuel Arredondo y Alfredo Peón, dos de los que más resaltaron por su trabajo incansable.
El 12 de octubre de 1874, finalmente se inauguró la construcción, misma que ahora es conocida como la Parroquia de la Purísima Concepción y San José, enfrente del parque de Independencia, en el primer cuadro de la ciudad.
Para el año 1883, no contenta la ciudadanía con tener solamente su iglesia, empiezan a llevarse a cabo los primeros indicios de esta fiesta, con novenarios que se hacían para San Telmo, a fin de conseguir el arropamiento para los pescadores progreseños.
La fiesta fue evolucionando a partir del año mencionado, en la última novena que se tuvo en 1883, se invitó como orador al Canónigo e historiador Crescencio Carrillo y Ancona, siendo su figura motivo de fiesta, por lo que en 1884 se emplearon diversas atracciones a manera de complemento de los novenarios, por lo que una vez terminando las sesiones, turistas y familias locales disfrutaban de una vaquería, feria y bailes de etiqueta.
Durante el siglo XX fue notable la participación de figuras del sector pesquero como Mario Uc, Laureano Manzano, José Gallego, Karim Roses, y Francisco Pech para organizar los gremios. Conforme pasaban los años, cada vez era más nutrida la participación de diferentes sectores como el de taxistas, zapateros, comerciantes, agricultores, entre otros.
La fiesta tenía como “platillo principal” el gremio de pescadores, llevado a cabo en el primer domingo del mes de mayo, durante muchos años el festejo iniciaba con un volador estruendoso a primeras horas del día; la jornada se completaba con amas de casa adornando los estandartes, y enhilando las palmas de coco con las flores de mayo.
Progreso se vestía de gala, era también tradición que las familias de los pescadores estrenaran ropa para el gremio de los hombres de mar, mismo que empezaba con la misa de las siete de la noche en la “Purísima Concepción”. Al término, los presentes eran sorprendidos por los fuegos artificiales de la “quema de barquitos”.
En el transcurso de la noche, el progreseño y turista formaban parte de un baile popular con artistas de talla internacional, en el parque “Morelos” se llegó a tener la presencia de personalidades como Pérez Prado, La Internacional Sonora Santanera, Las Hermanas Veneno, Bartolomé Loría, La Sonora Dinamita, Ponciano Blanqueto, Chico Che, Los Vázquez, entre otros.
Al otro día, a las 11:00 horas se llevaba a cabo otra misa, ésta para dar salida al gremio, mismo que culminaba con una taquiza de tikinxic, cochinita pibil y lechón al horno.
Actualidad
Actualmente, el puerto es gobernado por el alcalde 101, Julián Zacarías Curi, quien hace una veintena de días ganó la primera reelección para Presidente Municipal porteño. Dentro de lo más destacable se encuentra el regreso de la actividad de cruceros para este mes. De igual manera, se abrirá la temporada de pulpo, la cual es esperada por los tripulantes de los más de 2 mil barcos progreseños.
Para conmemorar los 150 años del puerto se realizarán diversas actividades sin perder la sana distancia y cuidados sanitarios, ya que Progreso pasará esta fecha de aniversario bajo el manto de la pandemia por el COVID-19. La medalla “Juan Miguel Castro” será otorgada hoy, a las 19:00 horas, en Sesión Solemne de Cabildo al antropólogo Víctor Rogerio Castillo Borges.