En estos primeros días de vacaciones, como en las mejores épocas, llegó el turismo a bordo de tres camiones; lo malo es que, como ha venido ocurriendo en los últimos días, se encuentran con las pirámides cerradas, además del mercado inactivo.
De acuerdo con algunos habitantes, en otras circunstancias la llegada de todos estos visitantes habría sido productiva y beneficiosa para los comercios ubicados en el mercado municipal, ya que cada vez que llegaban turistas, éstos acudían al zoco para degustar los sabrosos platillos que ahí se elaboran, como tacos, tortas, huevos fritos, burritacos, enchiladas, panuchos, salbutes, codzitos, brazo de reina, tamales, relleno negro, mondongo, cochinita y lechón al horno, por citar algunos guisos.
Marcos Cuitún Sonda, un locatario, recordó que por la pandemia del coronavirus tanto el mercado como las pirámides fueron cerradas desde hace más de un año y medio, lapso en el que el comercio local se ha visto seriamente afectado y la presencia del turismo nacional y extranjero ha disminuido considerablemente.
“Todo este tiempo ha sido malo, sobre todo para los que dependemos del mercado, porque ahí está nuestra principal fuente de trabajo, más en estos tiempos de vacaciones es cuando aprovechábamos la presencia del turismo, porque nos consumía bastante; mira esta gente que está llegando, no sabes cómo me gustaría abrir mi puesto y vender, vender y vender, que es lo que desde hace más de año y medio no hacemos, todo por el coronavirus”, señaló Marcos.
Por su parte, Nicolasa Pérez Martín, quien todas las mañanas sale a vender verduras dijo que el arribo de estos paseantes le recordó los buenos tiempos, cuando todo era normal y no había esta enfermedad del COVID-19, cuando en el mercado había venta.
“Claro que extrañamos todo eso, aquellos días cuando los turistas llegaban y recorrían el mercado, a mí muchas veces me compraron y hasta me dejaban propina, pero todo eso terminó desde hace más de año y medio que comenzó esto de la enfermedad llamada coronavirus, ojalá que todo vuelva a la normalidad, ya hace falta”, aseveró Nicolasa.
Algunos habitantes que se encontraban en el parque manifestaron que, en los últimos días, muchos grupos han llegado a la localidad; los visitantes se detienen frente a los vestigios para tomarse fotos, van al parque donde hacen lo mismo y de ahí a la iglesia o a la capilla de Guadalupe, en ocasiones han ido al mercado, aunque está cerrado, pero les llaman la atención los escombros ahí estancados.
“Todos los que han llegado van al mercado, no entiendo el motivo si el lugar está cerrado, a lo mejor les llama la atención todo el escombro y las condiciones en que está, no encuentro otra razón”, mencionó Moisés Canché.
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El grupo de visitantes que ayer arribó a esta localidad eran provenientes de Tabasco.
GH