Tripulantes de las primeras embarcaciones que zarparon en busca de la langosta, desde el pasado 1 de julio, que se abrió la veda de la especie, afirmaron traer producto debajo de lo esperado, consiguiendo cargamentos de entre 50 y 70 kilos, cuando en años anteriores se promediaba hasta un cuarto de tonelada de producto, los pescadores establecen que la falta de ejemplares se debe al furtivismo e invasión de embarcaciones del Caribe, indicó el titular de Pesca municipal, Roger Gómez Ortegón.
Uno de los pescadores más antiguos y que se dedican a este giro es Jacinto Vera, con 45 años laborando en altamar, de los 72 de edad con los que cuenta. El veterano hombre de mar aseguró que la langosta fue durante la década de los 2000, una de las temporadas más esperadas para el gremio, pues la situación permitía al tripulante hacerse de hasta 30 mil pesos entre su respectivo pago y producto bien administrado.
“No es lo mismo, ahora hay que adentrarse varias millas en mar abierto para obtener como máximo un total de 50 kilos, si la embarcación es mayor; de la flota menor, en cambio, son muy pocas las que recurren a la langosta, no les conviene ir por 15 kilos”, aseguró.
Misma opinión comparte Pedro Jesús Gómez, quien cuenta con más de tres décadas en la pesca. Ambos compañeros indican que mientras no exista “mano dura” contra la depredación de las especies prohibidas, la baja del producto seguirá vigente.
“Ese es uno de los mayores problemas que tenemos, nosotros sí respetamos, nos apegamos a las restricciones, pero de qué sirve que el local cumpla si vienen otros sujetos a llevarse nuestras especies, claro, aquí saquean y en sus territorios sin problema respetan y cuando se abre la veda acuden a pescar porque ahí no hubo ningún furtivo”, dijo.
Ambos compañeros aseguran que por lo menos 3 mil pescadores de naciones de Centroamérica y Estados aledaños a la Península, acuden a las extensiones del Sur en busca de pesca ilegal.
Según expresó la Comisión Nacional de Pesca, la meta es alcanzar las 700 toneladas, superando la marca de 650 toneladas que se obtuvo en la temporada 2019-2020, esto habría originado una ganancia que sobrepasó los 90 millones de pesos.
Englobando todas las especies del marco pesquero, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), declaró que el año pasado las ganancias fueron de 462 millones 758 mil pesos para Yucatán.
En días pasados, Roger Gómez Ortegón declaró que para estas fechas, en las que se dan los primeros regresos, ya habría salido una mitad de barcos que tienen como objetivo la langosta, por lo que habrían salido más de 100 buques de altura mayor y menor a altamar.
“Estamos hablando de una de las pesquerías que más solicita el pescador, siempre que hay una apertura de veda estamos dando paso a una oportunidad para el padrón de 12 mil pescadores de toda nuestra costa”, aseguró el funcionario.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
Parte del atractivo de la langosta es su precio, debido a que rebasa los 300 pesos en el mercado informal, mientras que el mercado dedicado a la exportación de mayor tonelaje, destina a nivel nacional cerca del 50 por ciento del producto a destinos turísticos como Cancún, Cozumel o Puerto Vallarta. A nivel mundial, Europa y el Sur de Estados Unidos son dos de los puntos más demandantes de langosta.