Activistas y feministas yucatecas comentaron que el estado tiene un rezago de tres años en la creación de instancias o institutos municipales, ya que desde 2018 es ley, algo que no les pareció justo, aunado a que el hecho de que el delito de feminicidio sea castigado con 65 años de prisión, no evitará que haya más muertes, sino hay prevención.
Rosa Cruz Pech, activista y fundadora de Uady Sin Acoso, indicó que el castigo puede aumentar a 80 o 90 años de prisión, pero actualmente no hay un registro que pueda justificar que dicho anuncio esté reduciendo los índices de violencia feminicida, por lo que puntualizó que a este tipo de acciones se le conoce como “populismo punitivo”.
Explicó que dicho populismo se da cuando hay violencia, la ciudadanía se desespera, se indigna y reclama soluciones urgentes, entonces, la respuesta inmediata y sencilla suele ser establecer penas cada vez más duras, porque se cree que mientras más alta sea la pena, mejor acto delictivo, pero que en realidad no garantizan tales resultados.
“Políticamente esto es popular, porque promover este tipo de iniciativas porque hace creer a la gente que el incremento de las penas es la forma adecuada de enfrentar los problemas sociales complejos como lo son los feminicidios. Entonces, el endurecimiento de las penas no está terminando por resolver a un largo plazo la violencia”, indicó.
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Cruz Pech agregó que este tipo de anuncios puede ser intimidatoria para quienes van a cometer el delito de feminicido, pero quienes hemos dado seguimiento a todos los casos que han ocurrido a nivel estatal, sabemos que los feminicidas no están pensando cuántos años estarán en la prisión, ya que lo único que piensan es en asesinar a la mujer.
Sostuvo que, para detener los feminicidios, se debe trabajar en políticas públicas que vayan desde la educación, considerando que los agresores se van formando gracias a la sociedad y, sobre el hecho de que el gobernador Mauricio Vila Dosal exhortó a los alcaldes a crear instancias o institutos de la mujer, dijo que le pareció un anuncio tibio.
“De nada nos sirve que sean, 80, 90 o 100 años si en este estado no se trabaja nada de prevención, si se sigue fomentando el machismo y si la Secretaría de las Mujeres no lanza un programa urgente para esta violencia en el noviazgo, en casa”, indicó Adelaida Salas, activista e integrante del Observatorio Ciudadano de Feminicidios en Yucatán.
Respecto a los feminicidios que han contabilizado los grupos feministas, las activistas señalaron que son seis hasta la fecha: el primero fue el caso de María del Pilar, quien se convirtió en el primer feminicidio de 2021, luego de que su pareja Wilberth B.M.B., la lesionó con arma blanca en el fraccionamiento Santa María Chuburná el 21 de febrero.
El segundo caso ocurrió el 21 de marzo pasado y la víctima tuvo por nombre Paula Mukul, una mujer que tenía 38 años, quien tras recibir una golpiza por parte de su esposo en el municipio de Acanceh, la mujer resultó con graves lesiones que la mandaron al hospital, lo que provocó que días después perdiera la vida en un hospital público.
El tercer caso es el de Ena Canul, el cual ocurrió el 10 de abril en Umán. La mujer fue atada de manos y también le colocaron una bolsa en su cabeza. El cadáver de la mujer fue encontrado por su cuñado. Pese a que el asesinato causó conmoción en el municipio conurbano, no se calificó el crimen como feminicidio.
El cuarto caso es el de María May Che, cuyo cadáver fue encontrado tirado en un parque del fraccionamiento La Joya de Paseos de Opichén. Pese a que existe un principal sospechoso del crimen, hasta la fecha el caso no se ha catalogado como feminicidio y tampoco hay avances en este caso, de acuerdo con los familiares de la occisa.
El quinto caso es el de Dolores Domínguez, de 39 años de edad. Su esposo le quitó la vida tras una discusión, luego de que la hirió de gravedad en el abdomen con un arma blanca. Su hija de 10 años fue testigo del crimen, el cual ocurrió el 24 de mayo. El sexto caso es el de Teresa Vega, quien fue asesinada el 23 de julio en un predio de Gran San Pedro Cholul.
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Tanto Rosa Cruz Pech como Adelaida Salas, comentaron que de estos seis feminicidios registrados por agrupaciones feministas, sólo dos han sido catalogados como feminicidios, ya que sólo el de María Pilar, el primero de este 2021 y el de Dolores Domíguez, están siendo investigados por el delito cuyo máximo castigo es de 65 años de prisión.
GH