Uno de los más grandes legados tradicionales que la cultura maya en la cultura maya ha heredado a los yucatecos, son las terminologías con el típico acento aporreado que caracteriza esta región, pero muchos de ellos se están extinguiendo por diversas razones.
Para ayudar a evitar que estos vestigios culturales desaparezcan, aquí te mostramos quienes son las chichís yucatecas y porqué es importante mantener su legado.
Si buscas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) el significado de “chichí”, no hallarás el término yucateco, por eso es importante señalar que una chichí no es más que una abuelita.
Lo importante del término no sólo es a quien se lo dedicamos, sino que también la forma en la que lo utilizamos. Una chichí es una figura de respeto, una de las pocas autoridades no legales que un yucateco no puede evitar obedecer.
Cuando llegas a su casa, una chichí te recibe siempre con un plato de comida, y ¡cuidadito le digas que no! y si tu chichí te dice “Dios esté contigo”, sin importar cuán ateo seas, le responderás “gracias abuelita, con usted también”.
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Las chichís yucatecas eran conocidas por tener un remedio para todo, si te caías jugando y te abrías una herida, tu chichí tenía el mejor remedio no medicinal, para la fiebre, también tenían respuesta y para mal de amores también tenían algo qué decir.
Tristemente, debido a la globalización. Muchos términos han venido para reemplazar este término cultural, en tus búsquedas por internet, te será difícil hallar una definición de la chichí yucateca y la tradición oral, pasada de familia en familia se está dejando de realizar por lo que las nuevas abuelitas no están gozando de este título.
Yucatán perdería algo precioso si los términos regionales desaparecieran por ello hay que perpetuar el uso chichí par que la matriarca de la casa yucateca no quede sin el respeto autoritario y lleno de admiración que este término conlleva.
RC