Todos los nombres de las esquinas de Mérida emergen en el fascinante territorio que se crea entre la leyenda y la historia del Estado.
El caso de “El Monifato” tiene una relevancia especial. La presunta estatua de donde proviene el nombre se hizo en tiempos de La Colonia en honor de Fernando VII. “El Deseado” y “El Rey Felón”.
Aproximadamente en los años 1815 a 1816 se colocó una estatua de piedra del rey D. Fernando VII en la calle 65 y 42 en Mérida; a expensas del gobernador Juan López Gavilán.
Una noche después de la restablecida constitución española, el 11 de mayo de 1820 fue asaltada y la estatua amaneció con un sombrero se vaquero en la cabeza, una cuerda en el cuello y un plátano en lugar del cetro.
Debido a este delito hace algunas décadas la figura original se trasladó al Museo de la Ciudad de Mérida para garantizar la conservación y en su lugar se colocó una réplica.
Gracias al Programa de Rescate de Fachadas que el Ayuntamiento de Mérida ha implementado desde hace varia administraciones desde la Dirección de Desarrollo Urbano el estos dos emblemáticos edificios han sido remodelados manteniendo la gran importancia de la arquitectura histórica de Mérida.
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GH