Vecinos de la colonia Miguel Alemán solicitaron la ayuda de la sociedad para lograr que Nicolás Nico Méndez Álvaro, una persona de 45 años y con discapacidad, pueda volver a reunirse con su familia en su natal Palenque, Chiapas.
De acuerdo con versiones de los colonos, Nico llegó a la capital yucateca desde hace 23 años en busca de un empleo, y es hijo de Nicolás Méndez Díaz y María Álvaro Montejo, ambos originarios del municipio de Salto de Agua.
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Una vecina, que prefirió el anonimato, relató que en el tiempo que lleva Méndez Álvaro viviendo en Mérida, trabajó como vendedor de papas, churros y otros alimentos en los alrededores del Parque de la Alemán, así como de la escuela primaria Cano y Cano.
Contó que, en 2016, el hombre sufrió un accidente automovilístico en el estado de Campeche, que le dejó graves secuelas como movimientos involuntarios, los cuales le impiden gesticular de manera adecuada y comunicarse verbalmente.
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La mujer que se encarga de alimentarlo y mantenerlo aseado, contó que su condición empeoró cuando debido a estos males, sufrió otro accidente cuando caminaba por el centro de la capital yucateca, ya que fue golpeado por un automóvil en los alrededores del Mercado San Benito.
“Lo dejé de ver por un tiempo y cuando lo volví a encontrar, hace como año y medio, ya estaba en esa condición. Se bañaba en la calle y podía vestirse solo. También, si se le daba comida, podía agarrarla, pero ahora ya no”, comentó.
Desde entonces, relató la vecina, Nico volvió a los alrededores de la Miguel Alemán, donde pasa la noche en lugares como cocheras de casas desocupadas, casetas para rellenar agua y hasta las bancas del mismo parque de la colonia.
La mujer reveló que el chiapaneco anteriormente estuvo recluido en asilos de Mérida, donde él asegura que recibió malos tratos por parte de los internos, razón por la que teme volver a ser internado.
Por lo anterior, el hombre vive actualmente en un predio ubicado en el cruce de las avenidas 26 y Remigio Aguilar, de donde sale para pedir limosna, sin embargo su condición física limita su capacidad de trasladarse a pie, ocasionando que sufra caídas.
“El sábado se volvió a resbalar y le estuve diciendo que ya necesita ir a un lugar donde lo cuiden”, compartió la vecina, quien explicó que entre los habitantes de la colonia le ayudan con alimento, ropa, calzado y medicamentos, aunque su manutención requiere de mucha atención, por lo que esperan encontrar a su familia.
“Es más, nosotros hasta podemos encargarnos de mandarlo en avión y todo. Pero necesitamos saber que su familia lo va a recibir y se va a hacer cargo de él”, señaló.
En ese tenor, la mujer añadió que Nico sufre crisis emocionales durante las noches, especialmente cuando llueve, ya que comienza a gritar y llorar por sus padres.
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Por último, indicó que, debido a su condición de calle, Nicolás sufre de discriminación, ya que los médicos de consultorios anexos a farmacias de la colonia se niegan a atenderlo, a pesar de que los vecinos ayudan a que él se asee y le proporcionen ropa limpia.
GH