Cerca de 3 mil Milennials abarrotaron las instalaciones de la Secundaria “Carlos Marx” con motivo del inicio de la semana de vacunación que dispuso el Gobierno Federal para beneficiarios de 18 a 29 años; dentro de la jornada de nueve horas, hubo un par de desmayados tras recibir sus dosis de la vacuna Sinovac. Luego se recuperaron satisfactoriamente.
La asistencia comenzó a generarse desde las 05:00 horas, por medio de jóvenes trabajadores que esperaban ser de los primeros en acudir a la fila. A pesar de la hora, se les vio con botellas de agua y sombrillas en la mano, pues la aparición del Sol, así como también del acumulamiento de beneficiarios que continuaban llegando se prolongaba.
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Finalmente, minutos después de las 08:00 horas, llegaron las cajas de vacunas custodiadas por elementos de la IX Zona Naval y personal del Centro de Salud con Servicios Ampliados, al mando de su titular, el Epidemiólogo, Ramsés Moguel Méndez.
Nuevamente, los encargados de brindar logística durante la jornada fue personal de Servidores de la Nación, quienes sólo pidieron como requisito la credencial INE y la hoja de inscripción de cada asistente.
Después de la hora citada, fue necesario el apoyo de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito con vigilancia permanente en toda la periferia del lugar, pues las filas alcanzaron a cubrir la manzana donde se encuentra el colegio, habilitado como sede de la vacunación.
“No sentí nada, tardé más en la fila que en todo el proceso para que me pongan la vacuna; la verdad es que no sentí nada, ni tampoco tuve alguna reacción en el proceso de observación, pero no me confío, intentaré pensar positivamente y concentrarme en el trabajo, la mente claro que da vueltas, se piensa lo peor pero he librado la ansiedad antes de la vacuna”, externó Eduardo Chuc, de 29 años de edad.
Profesionistas, estudiantes, así como jóvenes con capacidades diferentes se les vio durante todo el proceso; se resalta que la mayoría acudió con algún acompañante o en parejas como ocurrió con el matrimonio de Eilin Pech y Wilmer Godoy.
“Asistimos aún con la duda sobre si nos iban a llamar, yo creo que eso sólo ocurrió con los adultos mayores, ahora la duda recae en saber que pasará después de la inyección, de todos modos si pasa algo y se desmaya mi esposo, aquí estoy para sacarlo”, expresó entre risas la beneficiaria.
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Los desmayos no fueron la excepción en el día, pues se registraron dos casos en los que dos masculinos que sucumbieron luego de ser inyectados no sufrieron molestias más allá de desvanecimientos que fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja y el Sector Naval.
GH