Amalia Canché Estrella pidió ayuda a autoridades estatales para que Manuel Jesús M.D, su expareja sentimental, le permita ver a su hijo a quien no ha visto desde hace cinco años, ya que, tras su divorcio en 2016, este se lo llevó fuera de Yucatán y hasta la fecha se desconoce el paradero del menor.
La mujer, quien es mayahablante y no sabe leer ni escribir, comentó que, tras firmar su divorcio, se enteró de que también había concedido la patria potestad del menor a su padre, hecho que por ley le permite tener el derecho de visitarlo los fines de semana y pasar ciertas fechas importantes, pero su expareja sólo una vez se lo permitió.
“Un mes después de que firmé el divorcio, fui a visitar a mi hijo. Me dieron permiso y esa vez me lo dio su papá y me lo llevé al puerto y después lo regresé a casa de mi exsuegra y todo bien, pero para un 10 de mayo regresé a buscar a mi hijo para pasar el día con él, pero cuando llego, me dicen que mi hijo no está”, comentó.
Explicó que el día que se enteró de que su hijo no estaba, su exsuegra le pidió que deje en paz a su hijo, dándole a entender que asuma las consecuencias del divorcio, una escena que se ha repetido constantemente, debido a que hasta la fecha ni siquiera le dicen en dónde se encuentra, lo cual ha generado tristeza.
Canché Estrella reveló que se casó con Manuel Jesús cuando tenía 16 años de edad, matrimonio del cual procrearon tres hijos, una menor de 16 años, otra de 12 años y el varón de 11 años, de los cuales, sólo dos viven con ella y su nueva pareja sentimental en la colonia San Antonio Xluch, al Sur de la capital yucateca.
Agregó que se divorció de su expareja porque ejercía violencia económica en contra de ella, ya que todo lo que ganaba se lo gastaba en alcohol, lo que provocó que ella tenga que ver por el sustento familiar, cuyos gastos eran elevados, debido a que su hija mayor tiene una discapacidad intelectual y en el habla.
Sostuvo que, tras su divorcio, el hombre tampoco ha cumplido con el pago de pensión de sus dos hijas, monto que asciende a poco más de tres mil pesos, por lo que tampoco ha dado un peso para pagar los medicamentos de su hija mayor, quien presenta epilepsia, motivo por el cual debe estar medicada constantemente.
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Ante esta situación, Amelia Canché está pidiendo ayuda a las autoridades y a activistas, ya que cuando realizó la denuncia por la falta de pago de la pensión, no se le brindó un traductor pese a que es mayahablante y no sabe leer ni escribir y tampoco se le ha dado asesoramiento legal con su caso.
GH