Después de tres años de habitar y mejorar un terreno desocupado en la colonia El Roble Agrícola V, de la noche a la mañana Patricia López Chi se quedó sin un lugar dónde vivir con su hijo.
En entrevista con POR ESTO!, la joven madre soltera relató que en noviembre del año 2019 entró a invadir el predio ubicado en la calle 65 por 28 y 30 de la mencionada zona habitacional, después que un hombre identificado como Abraham Arellano Solano lo dejara abandonado por varios meses.
Desde el momento en que ingresó al terreno colindante al predio de su madre, López Chi notificó al Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY), su interés por adquirir el terreno, cumpliendo con los escritos y documentos que le solicitó esta dependencia.
“Desde ese entonces, hasta ahorita, nunca se presentó al predio el señor. De hecho, nos dijeron en el IVEY que el señor quedó loco y por eso lo dejó”, comentó la afectada.
En ese sentido, señaló que la licenciada Elda Baqueiro, funcionaria de dicho instituto, le dijo que, en caso de no aparecer el propietario, sería la primera en la lista de interesados. No obstante, tres años más tarde le notificaron que “el primo” del señor Arellano Solano reclamó el espacio donde vivía y lo puso en venta, por lo que si quería seguir viviendo en el lugar tendría que pagar para agilizar los trámites de su solicitud de contrato.
“Me pidió cuatro mil 500 que, por las mejoras, entonces yo le dije que se presente el señor en el IVEY para que le dé el dinero, pero en ningún momento me negué a dárselo”, expresó Patricia, quien aseguró que hasta el momento no conoce al supuesto primo del señor Arellano Solano.
López Chi explicó que en los tres años que habitó el predio, realizó obras como cimentación de las bardas perimetrales, relleno y nivelación del terreno, construyó la base para la toma de agua y también una casa con puntales, láminas de cartón, zinc, madera y lonas de plástico.
Tras la negativa del pago en las instalaciones del Instituto de Vivienda, la mujer dijo que una mañana escuchó un sonido fuerte en el frente de su domicilio y cuando salió del patio vio al personal del IVEY rompiendo los candados. En el lugar, le explicaron que la propiedad le pertenecía a una mujer, que en menos de dos meses realizó el trámite que a ella le tomó más de dos años.
Además, indicó que, un trabajador al servicio de la dependencia se burló de su situación y de la vivienda que construyó, situación que denunció en el Palacio de Gobierno y el Ayuntamiento de Mérida, en donde no recibió el apoyo.
Cabe destacar que, aunque este medio solicitó información respecto al caso ante el Departamento Jurídico del IVEY, dicha dependencia estatal no dio respuesta que desmienta las acusaciones contra el actuar de sus funcionarios.
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JG