A pesar de que a lo largo de la semana se han presentado lluvias que han causado visitas por debajo de los 500 turistas, prestadores de servicio y comerciantes manifestaron su contento con la Secretaría de Salud por la apertura de playas a partir del día de hoy, terminando con una sequía de inactividad en sábado y domingo que perduró desde el pasado mes de julio.
El anuncio fue dado a conocer por parte de la Secretaría de Salud, por lo que desde este sábado habrá acceso de nueva cuenta en los malecones tradicional e internacional, así también como el uso de sus playas.
La única medida que no se especificó es que, si será erradicada la del paso de los autos desde la segunda parte de la remodelación del boulevard, pues en cada acceso permanecen las vallas metálicas hasta el día de hoy.
En días pasados, dimos a conocer que el titular de la cámara nacional de comercio en el puerto, Roberto Sánchez González, explicó que las más de mil familias que dependen del ramo turístico aún están en un proceso de recuperación en materia económica, tras un 2020 de nula actividad en la prolongación “Romeo Frías Bobadilla” y que provocó la pérdida de por lo menos 100 millones de pesos entre cada época de entrada de turismo.
Dicho proceso el titular asegura que no ha podido superarse por la falta de continuidad, prueba de ello fueron las entradas de hasta 3 mil personas fuera del fin de semana que se mantenían en junio, pero que fueron erradicadas tras la restricción que impidió la entrada a la playa.
Mismas pérdidas y casos similares se tuvieron en carnaval y semana santa, donde el puerto tenía aumento de actividades no sólo en el ámbito turístico, sino también en todo el conjunto comercial porteño.
En lo que respecta a los 15 días de cuaresma, incluyendo el puente vacacional, trascendió que la perdida fue de 14 millones de pesos en este 2020; mientras que, en carnaval en su última edición celebrada en ese año el primer edil Julián Zacarías Curi, arrojó la cantidad de 2 millones 583 mil pesos; cifra que en el 2021 se perdió. En cuanto al 2019, gracias a las festividades del rey momo, las arcas se llenaron con ingresos de 2 millones 578 mil 179 pesos y egresos de 2 millones 138 mil 603 pesos, por lo que puede asumirse que año tras año se rompían marcas en cuestión del superávit.
Cabe mencionar que, entre ambas épocas, se lograba promediar una entrada de hasta 3 millones de turistas. Solamente en lo que respecta al verano, se tenían censos que superaban los 50 mil en toda la costa, de acuerdo a registros de la dirección de turismo de hace dos administraciones municipales.
“La gente tendrá acceso a playas y al tránsito peatonal en el área del malecón, aunque no se detendrán los operativos alcoholímetro ni tampoco las rondas de vigilancia para evitar que los bañistas rompan protocolos de higiene y sana distancia”, expresó el titular de la policía municipal, Emilio Raúl Caamal Gutiérrez Cobra.
La restricción se impuso desde principios de julio, teniendo más de 60 días que el turista no ha podido acudir en sábado y domingo a las playas del malecón, sin embargo, en los últimos 15 días se tuvieron invasiones a la zona prohibida, generando hasta 200 personas gozando del mar en el playón Poniente, adjunto al malecón tradicional.
A lo largo del día de ayer, el panorama que se atestiguó en el puerto, distinguió menos de mil personas en toda la costa, un 40 por ciento en el malecón, los cuales no pudieron tener un pasadía frente al mar, pues las ráfagas de viento y las lloviznas que se presentaron a la lo largo del día lo impidieron.
Resaltó también que se tuvieran por lo menos 20 extranjeros en la prolongación, aprovechando al igual que las familias locales, la oportunidad de degustar platillos del mar.
Por su parte, los comerciantes y prestadores de servicio argumentaron que, aunque ven en la apertura de playas un panorama que les permitiría aumentar sus ingresos, no desisten en tener trabajos fuera del primer de la ciudad, pues indican que en cualquier momento podría originarse otra restricción.
Ayer, tal como se mencionó, las lluvias no cesaron, obligando a los palaperos y trabajadores de restaurantes a guardar mobiliario antes de las 16:00 horas, esperando una mejor entrada en el primer fin de semana sin restricciones.
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JG