La página oficial del proyecto del Tren Maya, por medio de sus cuentas en redes sociales informó la tarde de este sábado, que se llevaron a cabo los talleres para desarrollar el Programa de Ordenamiento Territorial que aplicará la vía ferroviaria en su paso por la región sur-sureste de la República Mexicana.
El programa plantea que los municipios de Maxcanú, Izamal, Motul, Tizimín, Valladolid y Ticul recibirán desarrollo territorial por ser áreas de influencia en el paso del Tren Maya, por ello, el comité evaluador espera que la sociedad civil y organizada de estas localidades aporten ideas para detallar el proyecto.
Cabe destacar que la ONU-Hábitat ha propuesto 12 lineamientos de diseño y planificación urbana para fomentar el desarrollo urbano sostenible en los municipios del sureste de México que contarán con estación del Tren Maya. Pero para cumplir cualquiera de dichas propuestas, se requiere una gestión adecuada del territorio y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Nueva Agenda Urbana (NAU).
¿Qué se requiere para implementar este desarrollo?
Para implementar el desarrollo que propone el proyecto del Tren Maya en el sureste de México se requiere acciones conjuntas con la población para diseño y planificación urbana los cuales ya dieron inicio con los talleres para crear el Programa de Ordenamiento Territorial.
Para continuar cimentando el proyecto, se requiere de la consulta ciudadana que se espera aporte parámetros de diseño urbano en la elaboración de los planes parciales maestros para los polígonos de actuación. Por un lado, se precisa la actualización o elaboración de los instrumentos de planificación de los municipios que sólo puede aportar el gobierno estatal.
Para ambos procesos, se requiere fomentar la participación democrática y promover la protección ambiental, el desarrollo socioeconómico y la mejora de la calidad de vida de las personas.
¿En qué consisten los 12 lineamientos de la ONU-Hábitat?
La guía propuesta por la ONU-Hábitat presenta 12 lineamientos divididos en tres ejes, que sugieren acciones de responsabilidad ambiental, inclusión social y economía local para orientar la toma de decisiones de los equipos de trabajo involucrados.
Su aplicación depende de los instrumentos de planeación y en el diseño de los rumbos de actuación que contribuirá al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) mientras cumple con los márgenes de la Nueva Agenda Urbana (NAU) en el sureste de México.
Responsabilidad ambiental
En el caso de la región sureste, esto cobra especial relevancia ya que cuenta con unas características climáticas y ecológicas particulares, junto con una serie de riesgos que ponen de relieve su vulnerabilidad.
En primer lugar, se busca preservar las áreas de valor ambiental, con el fin de procurar la continuidad de los procesos ecológicos y mitigar la fragmentación de los ecosistemas naturales. Además, se promueve el diseño de asentamientos humanos sensibles a los procesos ecológicos y que reduzcan las externalidades negativas de la urbanización en el medio ambiente.
Inclusión social
Los lineamientos planteados en este eje pretenden que los asentamientos humanos de la región sureste sean más incluyentes. Para ello, se estima que su implementación permitiría promover la participación informada en el proceso de planeación y gestión de los municipios, proveer de servicios públicos adecuados y equipamientos sociales próximos, además de respetar la cultura y el patrimonio de la región.
Economía local
La construcción del Tren Maya representa una oportunidad para impulsar el desarrollo económico de la región sureste mediante una estrategia basada en el aprovechamiento de las vocaciones territoriales. Las estaciones se localizarán cerca de asentamientos humanos muy diversos, desde áreas metropolitanas hasta poblados rurales, por lo que se ha de definir el modelo de uso y ocupación del territorio adecuado.
RC