Yucatán

Yucatán: Cada 24 horas se registran tres denuncias por violencia familiar

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública señaló que de enero a agosto se han levantado 735 carpetas de investigación en Yucatán
La violencia familiar es una realidad en nuestro país, sobre todo en el confinamiento provocado por la pandemia del virus COVID-19, expone investigadora / Martín Zetina

En lo que va del año 2021, Yucatán registró 735 presuntos delitos de violencia familiar, lo que equivale a 91 cada mes, según cifras actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Esto significa que cada 24 horas se registran un promedio de tres denuncias por violencia familiar en el Estado, y aunque es de las Entidades con menos ilícitos de esta índole, no deja de ser alarmante que diariamente ocurran estas situaciones en las que los niños suelen ser los más vulnerables, esto de acuerdo con un análisis de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

Noticia destacada

FGE realiza imputación de un hombre por violencia familiar en Ciudad Caucel

Noticia destacada

Imputan a hombre por el delito de violencia familiar en Dzununcán, Mérida

Si Yucatán se compara con el resto de los estados del país, las denuncias ante la Fiscalía General de Justicia son bajas, porque en la Ciudad de México llevan un registro de 23 mil 320, por lo que la estadística en Yucatán apenas representa un 3 por ciento de las carpetas levantadas en la capital del país.

De ese modo, Yucatán ocupa el cuarto lugar a nivel nacional con menos delitos de violencia familiar, después de Campeche, Tlaxcala y Nayarit, por lo que está muy por debajo de lo que ocurre en otras Entidades.

Sin embargo, existe la cifra negra porque en Yucatán hay mujeres que están acostumbradas a que las golpeen al formar parte de sus creencias y por lo mismo no denuncian, de modo que estos casos quedan sin registro.

“La violencia familiar es una realidad en nuestro país, sobre todo en el confinamiento provocado por la pandemia del virus COVID-19. El encierro, la restricción de movilidad, la incertidumbre, el estrés y la presión por la situación económica, la educación a distancia de manera improvisada, entre otros factores, causan situaciones difíciles para los miembros de la familia en distintos contextos”, señala el estudio Violencia familiar en tiempos de COVID, elaborado por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.

El documento advierte que el grupo más vulnerable de sufrir golpes, lesiones o agresiones físicas y verbales son los niños y adolescentes, ya que además de no asistir a las escuelas, han tenido educación a distancia, por lo que han sido orillados a adaptarse rápidamente a esta forma de aprender y comprender conceptos de manera remota.

Sin embargo, la experta en Psicología Familiar del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (Ceepi), Susana Salazar Gómora, aclaró que la pandemia no es una causa por sí sola del problema.

“La violencia ya viene desde antes, tal vez era más sutil, era matizada por otras acciones y porque cada quien se iba a realizar sus actividades. Sin embargo, ya había presencia de violencia y con el confinamiento fue más notorio”.

Lo cierto es que en estos últimos meses los adultos han tenido que enfrentarse a una crisis económica, de pareja o laboral y eso aumentó la dificultad para manejar las emociones y entonces esta explosión se expresa en esta violencia, en este maltrato “y lo viven los pequeños porque son los que no tienen los recursos físicos y emocionales para hacer frente a estas agresiones verbales, físicas e incluso psicológicas”, alertó en entrevista con POR ESTO!.

El problema, puntualizó la experta, es que la violencia psicológica o emocional es muy sutil y difícil de comprobar de manera legal, pero este tipo de violencia es muy perjudicial  para el afectado o afectada porque puede ser de forma verbal, incluso con una mirada, un gesto o amenaza de dar un golpe; es  una situación que ha crecido en la población infantil, pero como es muy difícil de identificar, casi no se denuncia, señaló la psicóloga.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

JG